Desplazar las propias culpas y la responsabilidad hacia otros es un buen mecanismo de defensa psicológico y si con ello este señor consigue liberar alguna de sus tensiones, eso que gana, pero me resulta pueril y esperpíético pensar que si decido poner en marcha una empresa y me sale mal, eche la culpa a un vecino, al Rey, o al gobierno. Uno debe ser responsable de sus actos hasta al final.