El gobierno federal ha destinado sumas multimillonarias para apoyar al mercado hipotecario mientras que la Reserva Federal está en el proceso de adquirir $1.500 billones (trillions) de deudas hipotecarias emitidas o garantizadas por diversas agencias gubernamentales.
Aunque el gobierno quisiera ir reduciendo su participación en el mercado de viviendas, le resultará muy difícil, señaló The Wall Street Journal.
En el mercado de viviendas han surgido algunos signos de que se ha llegado a un punto de inflexión. Las ventas de viviendas nuevas han aumentado 30 por ciento con relación a los niveles bajos registrados a principios de este año. Además las ventas de viviendas ya existentes han crecido 17 por ciento.
Las acciones de las empresas constructoras han aumentado, los inventarios de viviendas nuevas por vender han disminuido y los precios de las viviendas están aumentando, luego de declinaciones pronunciadas.
Pero, dice la nota, la acción del gobierno es la razón principal de que haya actividad en el mercado de viviendas, según opinan economistas y expertos en vivienda.
Por ello es improbable que el gobierno pueda retirarse pronto del mercado.
Larry Summers, el principal asesor económico del presidente Barack Obama, dijo que determinar el papel que debe tomar el gobierno “cuando retornen las condiciones normales al mercado es un tema crucial que será considerado en los próximos meses y años. Resulta evidente que tomará añosâ€.
Por su parte Dwigth Jaffe, profesor de economía en la escuela de negocios de la Universidad de California, en Berkeley, dijo que “por lo menos durante los próximos dos años, y quizás más, no será posible que el gobierno federal diga que el mercado de hipotecas ya no necesita nuestro apoyoâ€.
Agregó que si el gobierno dijera ahora que no es necesario el apoyo “el mercado de hipotecas y el mercado de viviendas posiblemente se derrumbaríanâ€.