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Autor Tema: Zapatero planea subir el recibo de la luz para salvar la industria del carbón  (Leído 379 veces)

Eguzki

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El Gobierno de Josíé Luis Rodrí­guez Zapatero trata de buscar parches de urgencia para que el problema del carbón nacional no le estalle en las manos y se convierta en un conflicto sociolaboral en plena recesión económica en las cuencas mineras.


El Ministerio de Industria sondea con las elíéctricas (principales consumidoras del carbón nacional) fórmulas para dar salida a la producción de las minas españolas, que por su escasa competitividad y altos costes, han entrado en su eníésima crisis, quizá la última.

Millones de toneladas de carbón nacional se acumulan en estos momentos en las instalaciones de las elíéctricas, que han dejado de usarlo por su falta de rentabilidad en la producción de energí­a. Endesa tiene carbón almacenado para 18 meses. Fenosa para 12 meses. Y Viesgo (ahora rebautizada como E.ON), incluso para más tiempo. Lo peor es que han dejado de comprar el mineral español, mucho más caro ahora que el extranjero, que ha bajado de precio desde los 220 dólares la tonelada a los 70 dólares en el último año.

Menos consumo
A eso se suma el problema de la caí­da del consumo elíéctrico por la crisis económica (un 5% hasta septiembre), que está obligando a parar muchas centrales tíérmicas, por exceso de capacidad.

El pasado martes, 15 de septiembre, Industria mantuvo una reunión al más alto nivel (presidentes y consejeros delegados) de las elíéctricas para analizar la situación (como adelantó EXPANSIí“N el miíércoles). Aunque se habló de varios temas y la reunión fue una primera toma de contacto tras las vacaciones, según fuentes de Industria, la situación de la minerí­a acaparó gran parte de la reunión.

Los representantes del Ministerio «invitaron» encarecidamente a las elíéctricas a usar de nuevo carbón nacional en sus centrales de forma significativa para dar salida a la producción y no ahogar a la industria minera, que tiene 4.000 empleos en juego.

Este planteamiento fue acogido con sorpresa por las elíéctricas, que no llegan a entender la cambiante polí­tica energíética del Gobierno. La apuesta enardecida del gobierno de Zapatero por las energí­as renovables choca ahora con el estí­mulo al contaminante uso del carbón. Sobre todo teniendo en cuenta que Zapatero anunció hace dos meses el cierre de la nuclear de Garoña, que no tiene emisiones.

Legalmente, el ministerio de Industria no puede forzar a las elíéctricas a usar una u otra tecnologí­a para producir energí­a, pero sí­ incentivar con primas un determinado sistema para que se desarrolle más que otro.

Es una de las ideas que ahora baraja Industria para el carbón, a modo de las primas que tienen las renovables. Las tecnologí­as renovables (como la eólica y la fotovoltaica, por ejemplo), cobran el kilovatio hora de electricidad producido por encima de la media de los costes de generación del sistema. Frente a la media de 36 euros el megavatio hora que cuesta la nuclear, los 45 de la hidráulica, o los 52 de una central de carbón, la eólica cuesta 84, y la fotovoltaica 430. Esos sobrecostes se cargan contra la factura elíéctrica de todos los usuarios.

El jugoso sistema de primas a las renovables (3.066 millones de euros en lo que va de año) ha provocado un enorme desarrollo de las energí­as verdes. Pero tambiíén grandes distorsiones en el sistema elíéctrico. Precisamente las centrales de carbón han perdido competitividad porque se da prioridad absoluta a las renovables.

Adiós a la peseta
Una prima elíéctrica por uso del carbón supondrí­a desandar lo andado, además de nuevas distorsiones energíéticas. Hasta este año, el sistema elíéctrico subvencionaba la minerí­a española con la denominada peseta al carbón (una prima de 0,006 euros por kilovatio hora generado, que se cargaba al recibo de la luz).

La subvención desapareció por arcaica en el marco de la negociación con las elíéctricas para limpiar de costes del sistema, y por las presiones de Bruselas a eliminar los incentivos a sectores no competitivos. Si los incentivos al carbón vuelven, muchas son las inquietudes de las elíéctricas. ¿Donde quedan las centrales de ciclo combinado (de gas), por ejemplo? ¿Cómo afectará al díéficit de tarifa, un problema que se intenta solucionar ahora?

Competitividad, cuestión de números
1. Las centrales de gas y carbón son las últimas en entrar a funcionar, por sus costes (entre 50 y 60 euros de media el megavatio hora, frente a los 36 de la nuclear).

2. Por la crisis, el consumo elíéctrico ha caí­do (un 5% hasta septiembre), y las centrales tíérmicas, por costes y exceso de capacidad, tienen problemas para entrar en red.

3. La producción elíéctrica con lignito negro (carbón nacional) ha caí­do un 40% anual hasta septiembre, mientras que con hulla importada ha crecido un 31%.