Una molíécula denominada Nrf2 es la responsable de que los animales que siguen una dieta baja en calorías no desarrollen tumores mientras que aquellos que comen de forma normal sí los sufran, según un estudio dirigido por el Instituto Nacional del Envejecimiento en Baltimore (EEUU), en el que ha participado un equipo de investigadores españoles dirigido por el profesor Plácido Navas, de la Universidad Pablo de Olavide. En el trabajo, que se publica hoy en la edición digital de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), tambiíén han participado investigadores del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo de Sevilla.
Investigaciones anteriores han probado que las dietas muy bajas en calorías poseen beneficios como el aumento de la vida, la reducción de enfermedades asociadas a la edad y un menor riesgo de cáncer. Los investigadores estudiaron los motivos de estos excepcionales resultados para la salud, al examinar un mecanismo molecular que estimula la producción de antioxidantes en humanos y animales, en un esfuerzo para determinar quíé conduce a los efectos antitumorales observados en aquellos que siguen una dieta extrema.
Los científicos eligieron Nrf2, una molíécula activada por la restricción calórica y que se cree imita los efectos beneficiosos para la salud de componentes naturales como el resveratrol en el vino tinto. En su trabajo compararon cómo ratones normales y ratones en los que se había eliminado el gen de Nrf2 se enfrentaban a dietas de restricción calórica, con el objetivo de determinar si Nrf2 es esencial para los efectos beneficiosos de una dieta reducida en calorías.
Los científicos mostraron que los ratones normales con una dieta escasa en calorías eran resistentes a tumores inducidos por carcinógenos, mientras que los ratones que no podían producir Nrf2 eran mucho más susceptibles al cáncer. Según Plácido Navas, director del grupo español que ha participado en el trabajo, la presencia del factor Nrf2 es imprescindible para prevenir el desarrollo de tumores causados por carcinógenos en ratones. "Utilizamos dos carcinógenos modelo, DMBA y TPA, pero las conclusiones podrían extrapolarse a otros agentes, como el benceno, el arsíénico o, incluso, el tabaco", añade el investigador.
Sin embargo, los científicos descubrieron que Nrf2 tenía poca influencia sobre la longevidad o a la sensibilidad a la insulina de los animales, a pesar de que investigaciones previas habían mostrado que las ratas de laboratorio con dietas de restricción calórica eran más sensibles a la insulina. Los investigadores señalan que este trabajo convierte a Nrf2 es una diana para los fármacos anticáncer.