Los industriales mexicanos lamentaron que el proyecto de presupuesto del gobierno sólo atienda lo urgente y olvide lo importante, que evada la debilidad de las finanzas públicas y sea una estrategia emergente de corto plazo, sin un enfoque integral.
“Se pretende resanar el díéficit, sin atender sus causas ni responder al legítimo y justo reclamo de los contribuyentes cautivos que una vez más cargarán con la mayor parte del ajusteâ€, señaló la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) en su órgano de difusión “Pulso industrialâ€.
A principios de septiembre el gobierno presentó un plan económico para 2010, que incluye propuestas para cubrir un aumento de impuestos ante la caída de la recaudación y un severo recorte al gasto público.
Argumentó la necesidad de cubrir un “agujero fiscal†de 300,000 millones de pesos, que se pretende cubrir con aumentos a diversos impuestos.
Además, se propuso un impuesto denominado Contribución para el Combate a la Pobreza, que gravará un 2% adicional a todo el consumo, pero fue calificado por la oposición de “IVA disfrazadoâ€, que pretende gravar tambiíén a alimentos y medicinas, hasta ahora exentos.
El sector industrial criticó que el gobierno no establezca medidas para simplificar el cálculo y pago de impuestos, ni para combatir el contrabando o la informalidad que son “poderosas fuerzas corrosivas de la legalidad†y se castiga el gasto en inversión cuando hay espacio para recortar el gasto corriente.
Advirtió que en Míéxico no se ha construido un sistema justo, los contribuyentes activos son más castigados, el sistema no ha logrado niveles de eficiencia “y la evasión y la elusión siguen presentesâ€.
La propuesta de aumento a la tasa de ISR, agregó, resta competitividad a la economía, eleva el costo-país y no es acompañado por una sola medida que promueva el empleo, la inversión productiva o el ahorroâ€