Sí, así como se lee y aunque uno no lo crea, Zoe Pemberton, una niña inglesa de 10 años, organizó por internet una supuesta subasta ofreciendo a su abuela, Marian Goodall, una mujer pensionada, de 61 años. La pequeña dijo que quería venderla porque la consideraba "rara y molesta", sin ponerle un precio mínimo a tan insólita oferta.
Sin embargo, sus vecinos afirmaron que la señora Goodall es una persona muy querida a quien le gustan los juegos. Lo que asombra aún más es que se hayan recibido alrededor de 20 propuestas, no obstante saberse que ningún ser humano puede ser tratado como mercancía. Así lo entendió la página de subastas en línea y la retiró. Queda la reflexión sobre cuáles son los valores que están aprendiendo los niños del mundo en la actualidad y del uso de internet.