Efe
Madrid.- El secretario de Estado de Economía, Josíé Manuel Campa, ha pedido que la evolución de los salarios refleje la situación económica y no ocurra como en 2007 y 2008 "que crecieron sustancialmente más que la inflación".
Tras intervenir en la Comisión de Presupuestos del Congreso, Campa ha subrayado que ante un cuadro macroeconómico como el actual, con una inflación muy moderada "y un crecimiento económico incluso negativo, es importante que los salarios reflejen tambiíén ese comportamiento".
Durante la comparecencia, Campa ha insistido en que sería deseable que la evolución salarial contribuyese a la mejora de la competitividad.
En este sentido, el secretario de Estado de Economía ha indicado que si bien el crecimiento nominal de los salarios se ha reducido ligeramente, lo ha hecho en mucha menor medida que la inflación, con lo que los salarios reales de los trabajadores pasaron de aumentar el 2,3% en 2008 al 5,1% en la primera mitad de 2009.
El sector exterior tira de la economía
Campa ha destacado que el sector exterior se está convirtiendo en la base sobre la que la economía española puede sustentar la vuelta al crecimiento, debido, a su juicio, a que las exportaciones se beneficiarán de una recuperación sostenida del crecimiento de los mercados de exportación y a un incremento de la competitividad externa.
A este respecto, ha reseñado que las exportaciones de bienes y servicios aumentarán en 2010 el 2,1%, mientras que las importaciones descenderán el 0,6%, con lo que, afirmó, habrá una progresiva recomposición del peso que tiene en el crecimiento de la economía la demanda nacional y la demanda externa respecto al periodo anterior.
Asimismo, el secretario de Estado ha asegurado que el fuerte tirón de la demanda interna en los últimos años dejó en segundo plano otras fortalezas de la economía que están aflorando ahora.
Campa ha pedido prudencia y cautela sobre la mejora de los indicadores económicos de algunos países, ya que, ha incidido, a pesar de esa mejoría sigue habiendo riesgos. Por ello, ha abogado por no retirar demasiado pronto las medidas de estímulo fiscal -que podría tener consecuencias importantes en la actividad agregada-, ni tampoco las de apoyo al sector financiero -que podría devolver a los mercados financieros a la parálisis de 2008-.
Además, ha subrayado que una subida de tipos de interíés más rápida de lo prevista tambiíén podría afectar al sistema financiero y poner en peligro la recuperación de la economía mundial.
El secretario de Estado ha destacado la importancia de "rediseñar" la estructura impositiva para adaptarla a la nueva situación y la estructura productiva futura manteniendo el poder recaudatorio para garantizar la estabilidad de las cuentas públicas y distorsionando lo menos posible la actividad económica.