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Autor Tema: Los espí­ritus animales del Comitíé Nobel  (Leído 373 veces)

Orpheo

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Los espí­ritus animales del Comitíé Nobel
« en: Octubre 11, 2009, 10:25:13 am »
PABLO PARDO desde WASHINGTON10 de octubre.- En su clásico 'Maní­as, Pánicos y Crashes', el profesor del MIT Charles Kindleberger establece esta dinámica de las 'burbujas' financieras:

1) Un desplazamiento que excita el interíés del mercado. Ese 'desplazamiento' puede ser una nueva inversión (por ejemplo, un candidato a la presidencia joven, con buena planta, que conecta bien con la gente y que además pertenece a una minorí­a marginada), o una inversión ya existente, pero cuya rentabilidad está aumentando;

2) Una respuesta positiva, a medida que el valor de esa inversión crece y más inversores entran en ella. Muchos de ellos, con poca experiencia en el mercado. Por ejemplo: un grupo de noruegos deciden apostar un enorme capital mediático por este candidato, que ya es presidente, a pesar de que lleva menos de 10 meses en el cargo.

3) Un debilitamiento de la razón. Es decir, euforia. Acaso íésa sea la razón por la que el presidente recibe el Nobel. El 'valor' en cuestión no sólo no ha cerrado el campo de concentración, sino que no sabe si podrá hacerlo algún dí­a y, aunque ha introducido limitaciones a la práctica de la tortura, no la ha prohibido totalmente. Además, tiene serias dificultades para hacer avanzar los proyectos en los que ha invertido la mayor parte de su capital polí­tico (cierres de campos de concentración, prohibición de la tortura, escalada de la Guerra de Afganistán, reforma sanitaria, creación de un mercado de emisiones de CO2 y reforma de la supervisión financiera). Y su principal logro, la retirada de Irak, es básicamente un calco de lo que habí­a planeado su predecesor.
Así­ que Obama sigue siendo una burbuja. Las burbujas se basan en expectativas, no en realidades. Y Obama lleva un año y medio generando grandes expectativas. Por ahora, los resultados son escasos. Pero no es menos cierto que es una start-up. Eso ya lo era hace casi dos años, como puede verse aquí­.

¿Va a 'pinchar' Obama? Quiíén lo sabe. Desde Microsoft hasta General Motors, toda gran empresa ha sido en algún momento una start-up cuya cotización se basaba más en esperanzas que en realidades. Obama, por el momento, sigue manteniendo su cotización alta. De hecho, ha sobrevivido al 'crash' de la reforma sanitaria del verano: su popularidad está subiendo y retomando la iniciativa, precisamente en la reforma de la Sanidad y en la regulación financiera y de las emisiones de CO2, aunque Afganistán y Guantánamo sigan atascados.

Pero de lo que no me cabe duda es de que el Comitíé Nobel ha sucumbido a los 'Espí­ritus Animales' de los que habla Keynes en su Teorí­a General, esa "urgencia espontánea para la acción" de la que no se salvan los inversores más avezados. El Comitíé Nobel deberí­a haber esperado, y no haberse comportado como un especulador.
« Última modificación: Octubre 11, 2009, 10:25:50 am por Orpheo »


En individuos, la locura es rara; en grupos, partidos, naciones y épocas, es la regla", Nietzsche.