La Bolsa navega entre estrellas y velas japonesas
por Cárpatos en Cinco Días
No creo que sea necesario glosar aquí demasiado el brillante intelecto de uno de los genios inmortales de nuestra literatura, Francisco de Quevedo Villegas. Su pluma fácil y su fuerte personalidad dieron pie a multitud de aníécdotas. Una muy divertida que cuenta cómo apostó con sus amigos a que era capaz de echar en cara a la reina, esposa de Felipe IV, su cojera.
Todos apostaron contra íél, pues pensaban que no iba a atreverse a tamaña descortesía. Un buen día que tenía recepción en palacio, vio la ocasión de ganarse aquel dinero. Así que, ni corto ni perezoso, apareció en la corte con dos caras flores. Directamente se fue a la reina y se las ofreció con una gran reverencia mientras le decía: "Entre el clavel y la rosa, Su Majestad escoja".
Ya lleva tiempo la Bolsa, cojeando bastante por fundamentales. Hay cierta recuperación, pero muchos problemas pendientes, demasiados, a pesar del subidón bursátil acumulado, además el volumen ha sido muy bajo en el último tramo de subida, pero los grandes operadores no parecen atreverse a emular a Quevedo y a echarle en cara a la tendencia alcista, que es la soberana de la situación, lo de...Su Majestad "escoja"...
No obstante al cierre del contado europeo el viernes se observaba, como puede verse en el gráfico de acompañamiento del artículo, una figura de alerta.
Como podemos ver se trata de lo que en velas japonesas se llama estrella de la noche, y a menudo es una figura de vuelta bajista. No necesariamente de fin de tendencia ni mucho menos, pero sí suele indicar a menudo correcciones.
Existe un buen estudio realizado por dos profesores de matemáticas de la Universidad de Pittsburgh, G. CaGinalp y H. Laurent, publicado en la "Applied Mathematical Finance", número 5, entre las páginas 181 a 205.
Los investigadores estudiaron todos los valores del S&P 500 entre 1992 y 1996, intentando comprobar si eran válidos los estudios de velas japonesas. Vaya por delante que hay otros estudios, como los de Marshall, Young y Cahan, que mostraron que las velas japonesas siempre que se mirara una sola vela, entre 1992 y 2002 no tenían ventaja sobre el mercado.
Pero en el estudio que nos ocupa, intentaron comprobar si las velas japonesas funcionaban cuando se estudiaban como un conjunto de tres velas. Así, por ejemplo, analizaron figuras como las estrellas del amanecer y las de la noche, entre otras figuras de tres velas. Los resultados son prometedores para el análisis tíécnico. Hay algunas de ellas que llegan a tener un porcentaje de acierto de casi el 75%.
Los resultados indicaron porcentajes de beneficios medios anualizados muy altos. Esta vez acertará o no, pero está claro que a largo plazo es una figura muy útil. No olvidemos que durante la semana se tocaron los 10.000 del Dow Jones, un nivel muy psicológico y que el mercado tiende a quedarse dando vueltas sobre estos niveles y cuesta bastante pasarlos.