Colonial presentó hoy a sus bancos acreedores un plan para refinanciar a largo plazo la deuda de 6.400 millones de euros que soporta la empresa en el que propone realizar una ampliación de capital y segregar el negocio de suelo en una nueva sociedad, informaron a Europa Press en fuentes del sector inmobiliario. La ampliación de capital estaría inicialmente dirigida a nuevos inversores, si bien contaría con el compromiso de las entidades acreedoras de la inmobiliaria de acudir a la misma caso de que la operación no lograra aceptación en el mercado.
En dicho supuesto, se ampliaría el abanico de bancos accionistas de Colonial. La inmobiliaria actualmente está controlada por un grupo de entidades financieras, entre los que destacan La Caixa y Banco Popular, que suman el 23,8% de su capital desde que hace más de un año se quedaron con las acciones del ex accionista de control de la empresa, Luis Portillo, ante sus problemas para afrontar sus deudas.