Los cambios que necesita la economía española
España, por primera vez afronta un cambio de ciclo económico con una moneda fuerte en el concierto internacional: el euro.
Aquella socorrida triquiñuela de devaluar nuestra vieja peseta para volver a ganar competitividad ya no es posible al estar España en el euro.
Algunas voces como la de Paul Krugman, o el mismo Mario Conde, hacen referencia a que tiene que haber una deflación interna, una rebaja apreciable de los salarios y precios para que nuestro país vuelva a ser competitivo en los mercados internacionales.
La cosa tiene mucho sentido, ya que en el último año España ha perdido mucha competitividad con respecto a países como Alemania. Y creo que todos estamos bastante de acuerdo en que los precios en España se habían desmadrado. Esto desde el precio de la vivienda hasta el salir a comer o cenar fuera de casa.
Un servidor no duda de la inteligencia de algunos españoles, ni tampoco de la estupidez de quienes votan a políticos corruptos y mediocres una y otra vez. Pero esto no valdrá de nada ,si de una vez por todas se limpia el espectro político y sindical y se deja de mantener a tanto inútil, vago y maleante, como ahora mismo hay en puestos decisorios en España.
El principal problema de la economía española es que los delincuentes han tomado el poder y legislan a doc.
A los partidos políticos el estado les regala dinero en función de sus resultados electorales, aparte de que ellos mismos “apañan†con la corrupción, una mayor -así lo creemos- y casi incalculable cantidad. Esta “mordida†incrementa los costes de cualquier proyecto empresarial.
En los 30 años de democracia, los políticos, ¡como si de una plaga se tratara!, lo han invadido todo, nada se hace sin que estíé por ellos regulado, aunque en su mayoría sean analfabetos financieros y empresariales que no conocen el sentido tradicional de lo que significa la palabra trabajar.
Estos “genios económicosâ€, paran trasvases, proyectos de acuicultura, obras del AVE, instalaciones de centrales nucleares y hasta, ¡la parecer! la ciudad del juego en Zaragoza. Eso si, en pos de posiciones ideológicas que no les prohíben meter la mano en la caja y fomentar el clientelismo y la corrupción.
En nuestra opinión, sobran políticos en España, demasiada gente emponzoñándolo todo y viviendo del cuento. Reduciendo su número a la mitad, aún sobrarían cientos.
A los sindicatos se les regalan más 120 millones de euros todos los años, o lo que es lo mismo: ¡más de 20.000 millones de pesetas!. Esto sin hablar de el tema de los ERES y el de los cursillos.
Aparte, se cuantifican en unos 180.000 los liberados sindicales. Gente que cobra por no trabajar, ¡pero si por figurar!.
No nos olvidemos de los miles de millones de euros que se tiran en el cine, en subvenciones demasiado oscuras o innecesarias, en condonar deuda a países como Bolivia y otras lindezas, mientras aquí no se ve el final de la interminable cola del paro.
Cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe lo mucho que hay que hacer aquí en campos tan diversos como la energía, la educación, la justicia, la industria, la agricultura, el suelo, la investigación, la privatización de las Cajas de Ahorros.....
Es necesaria la liberización laboral respetando los derechos adquiridos, pero no poniendo cortapisas a quien quiere poner un negocio o industria. Y es igualmente necesaria la liberización que hay que acometer en numerosos campos o sectores de la economía, etc.. etc.. Estas son otras de las urgentes prioridades, sin olvidarnos de una autíéntica y eficaz regulación de los alquileres y del cambio legal para los pagos a proveedores, hoy un autentico cachondeo.
En España los principales morosos son las distintas administraciones, tan solo los Ayuntamientos, Diputaciones y Gobiernos Autonómicos deben 33.000 millones de euros. Osea: ¡5 billones y medio de las antiguas pesetas!.
Aquí, un pagare es poco más que un papel mojado sin valor.
El futuro de España está en manos de los españoles de a pie, si ellos lo quieren y eliminan tanto mangoneo, tanto ladrón y tanto despilfarro, habrá futuro.
En caso contrario, si siguen adorando al diablo, España seguirá en el infierno.
Esto no es cuestión de ideologías, es cuestión de números y estos no admiten discusión.
De momento tenemos por delante unos años muy complicados.
Al tiempo.
Saludos y suerte con la crisis.