Bruselas confirmó ayer su pronóstico de que la zona euro y la UE saldrán de la recesión durante el semestre en curso y revisó al alza, del -0,1% hasta el 0,7%, su previsión de crecimiento para 2010. España, en cambio, continuará con crecimiento negativo hasta el segundo trimestre del año que viene y con una tasa de paro del 20% hasta 2011.
La Unión Europea parece haber dejado atrás "la recesión más profunda, larga y generalizada de su historia", según las previsiones de otoño presentadas ayer por el comisario europeo de Economía, Joaquín Almunia.
Aunque tanto la UE como la zona euro cerrarán este año con un crecimiento negativo del -4,1% y -4%, respectivamente, el punto de inflexión en el desplome económico se produjo durante el tercer trimestre de este año.
Las principales economías del continente entraron entonces en terreno positivo, una tendencia que se mantendrá durante 2010 hasta alcanzar un crecimiento del 0,7%, es decir, ocho díécimas por encima del pronóstico presentado por la CE hace sólo seis meses.
"La situación se ha estabilizado e incluso está mejorando", señaló Almunia. El comisario, de todos modos, pidió prudencia, "porque estamos en un clima de gran incertidumbre y no podemos dar por garantizado que todos los elementos positivos de las previsiones se vayan a materializar".
El traumático ajuste, además, no ha terminado en todos los países. España, Grecia e Irlanda, serán los únicos socios de la zona euro que a finales del próximo año seguirán con un crecimiento negativo en el conjunto del ejercicio.
Y en tíérminos trimestrales, España será el último país de la región en alcanzar el terreno positivo, con un crecimiento previsto del 0,1% en el tercer trimestre de 2010.
Almunia cree que la recuperación permitirá que "todos los países inicien el proceso de consolidación fiscal en 2011", tras un díéficit previsto del 6,9% en 2010 (12,2% en España).
La salida de la crisis no llevará aparejada, de momento, una recuperación del mercado laboral, que seguirá deteriorándose en toda Europa a lo largo de los próximos meses. A finales 2011 las tasas de desempleo alcanzarán el 10,9% en la zona Euro y el 10,2% en la UE, unas cifras desconocidas desde mediados de la díécada de 1990. Ese dato tambiíén presenta una evolución más alarmante en España, donde el paro podría alcanzar el 20% el año que viene. Y el 20,5% en 2011, a pesar de una esperada moderación en el crecimiento demográfico y en la población activa.
Almunia atribuyó las diferencias en el impacto de la crisis y en el ritmo de recuperación a tres factores: la profundidad de la crisis financiera, la apertura de la economía y el deterioro del sector inmobiliario. En el caso español, Bruselas apunta como agravantes los desequilibrios externos de la economía española, el elevado endeudamiento de los hogares, el desmesurado tamaño del mercado de la vivienda y las continuas píérdidas de competitividad.
Bruselas reconoce que España podría evolucionar mejor de lo esperado gracias a la caída de los tipos de interíés, la inflación bajo mínimos y el ríécord histórico en el ahorro de los hogares. Pero la CE advierte que tambiíén hay riesgos a la baja, como el hipotíético deterioro del sector financiero si aumenta la morosidad o el posible impacto en el consumo del aumento del IVA aprobado por el Gobierno. Aún así, Almunia consideró "lógico y necesario" que el Gobierno maniobre con gastos e ingresos para llevar a cabo el ajuste fiscal.
La Comisión lamenta, en cambio, "la desconexión entre los salarios y la productividad" en el mercado laboral que, a su juicio, "socava la posición competitiva de la economía española".
La cifra
2,5% del PIB español es el esfuerzo fiscal (destinado a hogares y empresas) realizado por el Gobierno español para frenar la crisis durante 2009.