Los accionistas de GVT han recibido con los brazos abiertos la posibilidad de ser comprados y lo han manifestado con un voto mayoritario a favor de eliminar los blindajes antiopas de sus estatutos. Esta medida despeja el camino a Telefónica, pero tambiíén a Vivendi.
La operadora brasileña GVT se ha convertido en la protagonista de una guerra de ofertas, pero lo cierto es que ninguna de ellas cumplía con los estatutos de la compañía. Como adelantó CincoDías el pasado 9 de octubre, la sociedad se había protegido contra ofertas indeseadas con un blindaje antiopa que permitía vetar por demasiado baja tanto la propuestas no materializada de Vivendi como la oficial de Telefónica.
Para que cualquiera de las dos proposiciones siguiera adelante, la junta de accionistas de GVT tenía que dar su visto bueno. Ayer fue la asamblea y el resultado ha sido abrumador: los socios han votado por una amplia mayoría -unanimidad, según algunas fuentes- a favor de la retirada de los blindajes.
Pero la eliminación de las trabas no es ni universal ni ilimitada. Los accionistas de GVT han determinado ciertas condiciones que deben cumplir los ofertantes, como que la oferta mínima debe ser de 48 reales por acción -justo el precio de la opa de Telefónica-, en efectivo y que la empresa compradora debe tener capacidad financiera para hacerse con la totalidad de la operadora. Otra limitación es la actividad del ofertante. Debe ser una empresa de telecomunicaciones brasileña o extranjera, que opere directamente o a travíés de una filial. La última matización es que la oferta debe estar concluida antes de 28 de febrero; a partir de ese momento se restablecen los blindajes.
Telefónica mostró ayer su satisfacción por la decisión de la asamblea de GVT. "Es un paso importante para la consolidación de la opa", aseguraron fuentes cercanas a la compañía.
Vivendi está igualmente contenta. El levantamiento de las restricciones tambiíén le permite a ella entrar en la puja, algo que lleva valorando desde que Telefónica irrumpió en sus negociaciones amistosas con los fundadores de GVT y se le adelantó con el lanzamiento de una oferta de compra. Ayer lo volvió a decir. Vivendi sigue "revisando sus opciones", según aseguró la sociedad francesa.
Varios analistas del mercado y expertos en telecomunicaciones consideran que Vivendi no tiene capacidad para mejorar la oferta de 2.550 millones de euros de Telefónica, porque la compañía gala no tiene opción de conseguir sinergias y ventajas como las de la española con la compra de GVT. Por eso, su oferta inicial era más baja que la de Telefónica. Planteaba pagar 42 reales por acción y ahora tendría que elevarlos por encima de 50 reales para lanzar una contraopa.
Pero Vivendi no tira la toalla, al menos en sus declaraciones, y la posibilidad de que finalmente presente una oferta competidora pesa en el mercado. GVT cotiza en Bolsa por encima de la opa de Telefónica, lo que acrecienta el disgusto de la española con la actitud de la francesa. La compañía no sólo vio con desagrado el intento de Vivendi de entrar a competir con ella en Brasil, sino que considera desleal su comportamiento desde entonces.
Por otra parte, la Asociación de Ingenieros de Telecomunicaciones de Brasil ha presentado una denuncia ante la Comisión de la Bolsa de EE UU contra Telefónica, informa Efe. Esta agrupación acusa a la operadora de mentir en la cuantía de las inversiones realizadas en Brasil. Fuentes de Telefónica consideran que la demanda no tiene base y recuerdan que sus cuentas están auditadas.