La crisis ha propiciado más de un traspiíé al sistema de pensiones. La delicada situación de la Seguridad Social está golpeada por una intensa destrucción de empleo que dura ya más de un año, a la que se une el inevitable envejecimiento de la población española. Este peligroso cóctel ha sido objeto de las alarmas de la OCDE, el FMI o el Banco de España, a las que ahora se une un informe de un grupo de investigadores de Esade. Consulte el informe completo a partir de las 10 horas.
El trabajo, ganador de la IV edición del premio Edad&Vida que se presenta hoy y al que ha tenido acceso exclusivo EXPANSIí“N, concluye que “difícilmente podrá mantenerse el actual sistema de reparto, si no se fomenta en los ciudadanos una conciencia más proclive al ahorroâ€.
Según los datos que han recabado, el 54% de los españoles no confía en que las pensiones públicas vayan a cubrir sus necesidades de jubilación, si bien no se deciden a ahorrar para mejorar estas expectativas: de hecho, la mitad no lo hace. El 30% de ellos ven aún lejana su edad de retiro, mientras a cuatro de cada diez no les quedan recursos disponibles a final de mes.
Los autores del estudio, dirigido por Manuel Alfaro y Ismael Vallíés, creen que ha llegado el momento de remover las conciencias de los ciudadanos, acostumbrados a confiar toda su jubilación en la paga que les dará el Estado, pero principalmente de los poderes públicos, a quienes reclaman “un replanteamiento serio del sistemaâ€.
El principal elenco de críticas recae sobre el la Administración central “que defiende con propaganda su planteamiento del Estado de Bienestarâ€. Frente a los mensajes balsámicos a los que ha acostumbrado a la población, contraponen que la mayoría de los ciudadanos, especialmente la clase media, “se verán privados de un nivel de vida que consideran un derecho adquirido, una conquistaâ€. La insatisfacción de estas personas, a las que se no se les ha advertido lo suficiente de la cara amarga del sistema, puede ocasionar una “situación potencialmente conflictivaâ€.
En aras de evitar este escenario, reivindican un cambio de timón y seguir la trayectoria de Suecia o Reino Unido, donde más allá de las cuotas a la Seguridad Social los trabajadores tienen planes privados a partir de la primera nómina. Por ello, piden al Gobierno un “replanteamiento radical†del actual sistema.
Y es que a pesar de que el 71% de la población estaría dispuesta a incrementar su nivel de ahorro previo para mejorar sus ingresos en la jubilación, lo cierto es que el 41% ignora las alternativas para asegurarse un nivel de vida digno el día de mañana.