Estos capítulos descritos dejan entrever, aunque no de forma muy clara la existencia de un mundo subterráneo y tambiíén la existencia de lo que podrian ser naves. Lo que en ningún momento se hace mención es del nombre de este mundo. Tal vez no lo mencionan porque lo tendrían prohibido o por cautela de que no fuera descubierto por otras civilizaciones.
La tradición la cual nos cuenta que los faraones bajaban a un mundo subterráneo, hace mención al nombre de una de las posibles ciudades subterráneas y es ®AGARTA¯, de la cual parten varios túneles, y se supone que estos desembocan en otras ciudades de iguales características.
En una de mis investigaciones sobre personas abducidas, me encontríé con un caso que muy bien se podría enlazar con la posible existencia de un mundo subterráneo. La experiencia es vivida por una persona muy joven, descendiente de abducidos y en estado hipnótico explica la siguiente narración.
De pronto estoy ante la gran pirámide de Keops, justo encima de ella en el cielo hay un gran disco de color rojizo, está inmóvil, parece como si estuviera observándome.
Empiezo a andar hacia ®el que es dicho¯ Es una de las grandes obras egipcias, tiene la cabeza de una persona, el cuerpo de gato y las garras de un león, se la conoce como la Esfinge de Gizef. En su parte posterior hay como una palanca la cual al accionarla se abre una puerta, al traspasarla me veo en una sala, no hay inscripciones pero si que hay cuatro grandes columnas, siento, siento... como si me estuvieran observando.
Las columnas parecen que me quieran hablar, como si me estuvieran dando la bienvenida. Empiezo a andar entre ellas y al final de la cámara hay unas escaleras que conducen hacia la profundidad de la tierra, son de piedra y se observa en ellas el paso de los años, son muy viejas, no hay luz que ilumine pero lo veo todo, estoy bajando las escaleras me parece flotar y como si ellas incluso me ayudaran a hacerlo, he llegado a un rellano, no se cuantos peldaños he bajado he, ni a que profundidad estoy, solo se que estoy muy a gusto y tranquilo.
A mi derecha hay una pequeña cámara repleta de figuras muy feas, tienen la cabeza de animal y el cuerpo de hombre, hay tambiíén un largo corredor en el cual mientras lo recorro veo unas inscripciones muy raras, no son símbolos egipcios, ni tampoco se parecen nuestra escritura, pero intúio que realmente significan alguna cosa. Lo comparo igual a los carteles que existen en las entradas de las ciudades, en los cuales esta escrito su nombre. Al final del pasillo hay un gran marco plateado y ovalado viíéndose a travíés de este un resplandor de luz muy blanca.
El tiempo no existe para mi, no puedo decir cuanto he tardado en llegar a la gran puerta ovalada. Al traspasarla mis ojos se ven deslumbrados pero no cegados, a sido cuestión de instantes según creo. poco a poco mis ojos van aceptando aquella luz tan blanca y empiezo a divisar, más bien a ver lo que tengo delante de mí. Es inimaginable, no tengo palabras para describirlo porque hay que verlo para creerlo, parece como si estuviera metido en una película de ciencia ficción, pero para mi es real.
Estoy en un camino plateado que está suspendido en el aire, hay mucha luz, luz pura y acogedora, la sensación que siente mi cuerpo al ser arropado por esa luz es indescriptible, proviene de un cielo. Un cielo de rocas plateadas y de ellas emana la luz, hay un agujero en este cielo que parece tener vida propia, su interior se mueve y a travíés de el pasan unos discos de color rojo, naranja, y amarillo, entran y salen, es todo un espectáculo.
En esta gran cavidad hay una ciudad, pero no una ciudad normal como las que conocemos, si no, que está suspendida en el aire. Me acerco a ella pudiendo aprecia que no hay casas, ni edificios como los que conocemos. Las casas son como unas cavidades ovaladas, no tienen puertas, solo un marco muy grueso y de color dorado en el cual hay incrustados varias piedras parecidas a los rubíes y de unos 30 centímetros.
Todas estas construcciones están unidas por una especie de caminos plateados, no guardaban ningún orden entre ellas, hay arriba, abajo, a los lados y todas están suspendidas en el aire. Ando muy seguro y tranquilo en medio de tales construcciones.
Tambiíén hay personas, no muestran ningún interíés por mi, es como si yo les fuera familiar que ya me conocieran, pasan junto a mí, pero lo más curioso es que no les veo los pies al andar, es como si se deslizaran por esta encrucijada de caminos.
Son altos, calculo que unos dos metros aproximadamente, visten túnicas blancas y resplandecientes sus rostros, estos son finos y blancos, de ellos emana como una luz blanca, sus fracciones de la nariz, ojos y boca son suaves no las tienen tan marcadas como las nuestras, son muy bellos, no sabría decir si son hombres o mujeres. Sus cabellos tienen un color que no puedo precisar, es una mezcla entre dorado y plateado.
No puedo resistir el tener que hablar con alguno de estos seres. Me acerco a uno de ellos y le pregunto ¿Donde estoy? respondiíéndome que, estaba justo debajo de la gran pirámide. Me quede muy sorprendido ya que su voz la escuche dentro de mi cabeza, pero en ningún momento vi que moviera sus finos labios para hablar.
¿Quienes sois?
Somos unos seres que provenimos de Júpiter, para ser más exacto, de Ganimedes.
¿Estos discos de colores que veo por este cielo, que es lo que son?
Son nuestro sistema de transporte, vosotros los llamáis Naves, con ellas viajamos por todo el Universo y por sus diferentes Dimensiones. Existen infinidad de formas de vida por todo el Universo. Vuestros ojos solo ven una tercera Dimensión que es en la cual estáis viviendo, pero existen infinidad de ellas. Como he dicho anteriormente, procedemos de Ganimedes que esta situado en vuestro sistema solar pero en diferente Dimensión. Por tal motivo vuestras sondas espaciales nunca detectaran nuestra presencia, ni tampoco formas de vida como la vuestra, ni en vuestro sistema solar, ni en vuestra galaxia. Pero si te digo que existen seres como vosotros y en vuestra misma Dimensión, los cuales habitan en galaxias muy lejanas, en algún tiempo llegaríéis a conoceros, si no, pregúntate ¿De donde vienes?.
Tambiíén te digo, que hay gente de mi especie conviviendo junto con vuestra, ya que podemos traspasar de una dimensión a otra y materializarnos físicamente según sea allí la forma de vida, al igual que a vosotros si os facilitáramos la puerta de acceso a nuestro Mundo podríais acceder a el sin ningún problema y convivir con nosotros. Prueba de ello es que busques en las personas que han marcado historia en tu Mundo y que lo han hecho evolucionar ¿Quien los engendro? o es más, busca la respuesta de donde salió aquel niño al que le llamasteis Moisíés.
Este es el fin de la experiencia, aun hoy me pregunto ¿Fue solo un sueño fruto de su fantasía? o ¿Realmente lo vivió?. Fuere como fuere, los hechos están aquí y solo se podrá llegar al fondo de la cuestión si realmente hay personas que conozcan o hayan vivido este tipo de experiencia, que con sus testimonios y pruebas que puedan aportar nos ayudarán a los que intentamos encontrar la autentica verdad y dar fe de ello.