Los mercados siguieron el miíércoles con mucha preocupación la situación en Grecia y Dubai, cuyos problemas financieros amenazaban con provocar un efecto de contagio en otros países, como España y Rusia.
La explosión de díéficits y deudas públicas preocupa tambiíén a Gran Bretaña e Irlanda, en camino a drásticos recortes presupuestarios para contener sus cuentas y recuperar la confianza.
En este contexto de inquietud por las consecuencias del deterioro de los díéficits públicos en Europa, las principales bolsas europeas cayeron el miíércoles por tercer día consecutivo.
En enero de 2009, S&P ya había retirado a España su calificación máxima de ``AAA'' para su deuda a largo plazo, a raíz de las malas condiciones económicas y financieras.
La decisión del martes se debe a ``la expectativa de crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) significativamente más baja y díéficits fiscales persistentes'', declaró S&P en un comunicado.
Sin embargo, el principal problema hoy en día en Europa es de Grecia.
El primer ministro griego, George Papandreu, afirmó el miíércoles que ``por primera vez desde 1974, la paralización de las finanzas públicas amenaza nuestra soberanía nacional'', durante una reunión de gabinete.
La agencia de calificación Fitch anunció el miíércoles que colocaba bajo vigilancia negativa el conjunto de las transacciones financieras estructuradas de Grecia, cuyo monto se eleva a 9,700 millones de euros (unos $14,3000 millones).
El martes, Fitch ya había rebajado la nota de deuda a largo plazo de Grecia, de ``A-'' a ``BBB+''. Standard and Poor's había anunciado el lunes que ponía bajo vigilancia negativa la nota de críédito a largo plazo de Grecia.
Francia y Suecia, socios de Grecia en la Unión Europea (UE), pidieron el miíércoles al gobierno griego que aplique ``un plan verdadero y eficaz para ordenar las finanzas públicas'', en palabras de la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde.
Grecia está en la mira por la explosión de su díéficit público (12.7% del PIB) y su deuda (113.4% del PIB) en el 2009.
Su situación ha empeorado tras la crisis de Dubai, que había anunciado el 25 de noviembre pasado un pedido de moratoria para el pago de una deuda de un conglomerado público.
Otro país bajo presión es Rusia, cuya moneda, el rublo, cayó con fuerza el miíércoles ante el dólar y el euro.
En Gran Bretaña, en tanto, la economía se contraerá un 4.75% del PIB en el 2009, cuando hasta ahora se esperaba una caída del 3.75%, afirmó el miíércoles el ministro de Finanzas británico, Alistair Darling. El díéficit público británico alcanzará 178,000 millones de libras ($290,000 millones) en el 2009/2010, o un 12.6% del PIB, en lugar del 12.4% esperado.