El banco estadounidense Goldman Sachs, que este año repartirá más de 16.000 millones de dólares en bonuses, no está dispuesto a dejar que sus cerca de 5.000 empleados en Londres tengan que someterse al nuevo impuesto sobre bonificaciones aprobado en Reino Unido.
Según adelantaba el diario británico The Independent, Goldman podría estar planteándose trasladar a buena parte de su plantilla en Inglaterra hasta España con el fin de que sus empleados no tengan que pagar dicho impuesto.
El año pasado, Goldman Sachs International fue el mayor contribuyente del sector financiero a las arcas británicas. Mudarse a España no significaría que el banco pagaría menos impuestos pero sí se libraría de tener que hacer frente a someter los bonus de sus empleados a importantes subidas fiscales