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Autor Tema: La recuperación económica, más lenta en España  (Leído 314 veces)

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La recuperación económica, más lenta en España
« en: Enero 02, 2010, 09:57:26 am »
La recuperación económica, más lenta en España

por Carlos Gómez Abajo

La recuperación de las economí­as mundiales prevista por los expertos para el próximo año tendrá varias excepciones, entre las que destaca España. El ajuste inmobiliario, la elevada tasa de paro y el díéficit público de nuestro paí­s frenarán la salida de la crisis. A cambio, la inevitable moderación de los salarios y los precios mejorará los indicadores de productividad e inflación.

El Producto Interior Bruto medio caerá en 2010, según casi todas las previsiones, arrastrado por la caí­da del consumo familiar, de la construcción residencial y de la inversión empresarial. Además, tres de los factores que frenaron el desplome de la demanda interna en España, la polí­tica fiscal y las caí­das del eurí­bor y el petróleo, se podrí­an volver en contra en los próximos meses y mermar el consumo de los hogares.

El único factor a favor de España son los bajos tipos de interíés, que están en el nivel "adecuado" según los analistas encuestados por Funcas. Pero el paí­s no podrá confiarse, porque algunos prevíén que la primera subida pueda producirse en el segundo semestre de forma "gradual y moderada", en palabras de Gregorio Izquierdo, director del Servicio de Estudios del IEE.

El consenso de los análisis recogidos por Funcas, que abarca diversos institutos de estudios y entidades financieras, estima la caí­da del PIB en un 0,6%, una previsión que no ha variado desde el mes de abril. La del Instituto de Estudios Económicos, incluida en la media de Funcas, es más pesimista, con un 1,1% de desaceleración. Ambas están en lí­nea con la Comisión Europea, que espera una caí­da del 0,8% en 2010. La mejorí­a se frenará durante los primeros tres meses del año y a partir de entonces la caí­da irá haciíéndose más suave a medida que pasen los trimestres.

La crisis del ladrillo sigue marcando las previsiones sobre España. En su informe europeo, Barclays Capital destaca que la crisis del sector en Irlanda y España será uno de los principales factores que frenen el avance de la economí­a en Europa occidental respecto a la estadounidense. UBS, en su informe de previsiones, calcula que el punto mí­nimo de actividad inmobiliaria no se alcanzará hasta mediados de 2010, y que se agravará "el exceso de oferta, que rondarí­a casi el millón de unidades y que tardará al menos cinco años en ser absorbido". Con la subida de tipos que se espera a medio plazo prosiga el ajuste de precios. El Servicio de Estudios Económicos del BBVA calcula que la caí­da total respecto de máximos será del 30%, y considera que el sector residencial se está ajustando en lí­nea con la demanda.

El desempleo en este sector seguirá aumentando, pero de forma mucho más lenta, señala Gregorio Izquierdo. Del conjunto de empleos "se van a perder 350.000 a tiempo completo, un 2%". El paro afectará especialmente a los servicios, puesto que la construcción y la industria ya han pasado lo peor. La disminución de la población activa, que es un elemento procí­clico, permitirá que la tasa de paro pueda estancarse o incluso bajar. El consenso de Funcas lo sitúa en el 19,8%, que es el más alto de los paí­ses occidentales, aunque las tasas elevadas de desempleo serán comunes a todos ellos, especialmente el Reino Unido y Estados Unidos. El Fondo Monetario Internacional tambiíén estima una tasa de paro del 20,2%.

La caí­da del empleo presionará a la baja los salarios, que del 3,2% ganado este año pasarán sólo a un 1,5%. Eso favorecerá una ligera reducción de los costes laborales unitarios y un aumento de la productividad, estimado en el 1,7% por Funcas. "El ajuste es brutal en tíérminos de paro", explica Anton Brender, economista jefe de Dexia Asset Management, "pero ayudará a resolver desequilibrios estructurales. Se corregirá la píérdida de competitividad y la inflación".

España podrá acercarse a tasas de inflación europeas, con un 1,3% previsto por el consenso de Funcas, frente al 0,3% estimado para el año que termina. El FMI estima un 0,9% de IPC. La caí­da de salarios tirará tambiíén a la baja de la demanda nacional, que disminuirá en un 1,7%. El aumento del IVA y el recorte de deducciones fiscales, necesarios para controlar el díéficit público, incidirá negativamente en el consumo, que caerá un 0,5% según la Comisión Europea. La tasa de ahorro seguirá en los niveles altos actuales.


A falta de mercado interior, la actividad industrial dependerá de las exportaciones, que gracias a la mejora global subirán según el consenso un 2,1%, frente al 0,8% de este año. Eso situará el díéficit corriente en el 4,2%. Pero aunque la actividad empezará a rebotar, señala UBS, tardará en volver a tasas interanuales positivas, tambiíén debido al exceso de capacidad instalada. La caí­da media está estimada en un 2,7%, que aún así­ mejora sensiblemente el 17,4% de este año. La fortaleza del euro contra el dólar supone una presión adicional sobre el sector industrial en el sur de Europa, según Barclays Capital. Los panelistas de Funcas piensan que el tipo de cambio euro-dólar se encuentra apreciado, y esperan que la tendencia sea a la estabilidad en los próximos meses.


Fiscalidad

La polí­tica fiscal será clave en la evolución de la economí­a. Los analistas internacionales defienden a nivel mundial que continúen los estí­mulos a la actividad financiera e industrial, y en el caso de España los comentarios recogidos por Funcas consideran que la polí­tica actual es expansiva y adecuada. Sin embargo, eso choca con el díéficit público estructural, que supera el 6% del PIB, "desaparecido el espejismo de la burbuja inmobiliaria" como señala UBS. El desplome de la recaudación, el continuo aumento del gasto corriente, los subsidios por desempleo, que superan el 3% del PIB, y los planes de estí­mulo hacen que el díéficit agregado de las administraciones públicas supere el 10% del PIB en 2009 y 2010, según la mayorí­a de analistas.

UBS considera que la reforma fiscal de los Presupuestos es "tí­mida" y que no revertirá la tendencia. "En 2011 amenaza seguir igual, salvo que se acometa un profundo recorte del gasto público". Pese a ello, considera que España "está financiando el díéficit sin ningún problema en los mercados internacionales". Gregorio Izquierdo, del IEE, advierte de que el BCE va a normalizar gradualmente la liquidez extraordinaria de los últimos meses. "Eso nos va a afectar negativamente, porque España depende de la financiación extranjera."

El endeudamiento del Estado sube asimismo de forma importante, aunque tambiíén partí­a de niveles más moderados, por lo que tiene tiempo aún para alcanzar la media europea. El Instituto de Estudios Económicos, sin embargo, sostiene que el "desenfrenado aumento del díéficit público y su financiación con deuda pública no hará más que retrasar la salida de la crisis a corto plazo".

Anton Brender, de Dexia, advierte tambiíén de que "el esfuerzo para mantener niveles de deuda razonables será duro para paí­ses como España y Grecia". La deuda se ha convertido en un problema eminentemente público, puesto que tanto familias como empresas se han puesto manos a la obra en desapalancarse, en parte obligados por la restricción del críédito, que se ha estancado respecto a 2008.

La rentabilidad de la deuda pública a 10 años se mueve desde agosto entre el 3,7% y el 3,9%, los niveles más bajos desde comienzos de 2006. La mayorí­a de los panelistas de Funcas piensan que va a ir al alza en los próximos seis meses.

Morosidad

La morosidad seguirá al alza hasta finales del año entrante, advierte UBS, hasta alcanzar niveles agregados de cerca del 7% (un punto superior en las cajas y un punto menor en los bancos), desde el 4,9% actual. "El problema al que se enfrenta el negocio domíéstico no es de liquidez o solvencia, gracias a los reguladores, sino de rentabilidad. Los beneficios de la banca podrí­an seguir bajando en 2011 y es probable que muchas cajas registren píérdidas en 2010", explican en su informe de previsiones.

Con esta perspectiva, España se enfrenta a un proceso de recuperación largo. La edificación no residencial, muy dependiente de Ayuntamientos y comunidades autónomas, no empezará a remontar hasta 2012. "El próximo lustro venga marcado por la rigidez del mercado de trabajo, una tasa de paro alta y por el ajuste presupuestario, así­ como la contención salarial para recuperar competitividad", señala UBS, que cree que "podrí­a no alcanzarse el nuevo crecimiento tendencial hasta 2013". El potencial de subida del PIB quedarí­a en el entorno del 2,2%, debido a un menor aumento de la población activa y de la acumulación de capital, añaden, aunque estarí­a supeditado a un aumento de la productividad que requerirí­a de reformas estructurales. La demanda potencial de vivienda quedarí­a en 400.000 unidades al año, según el BBVA.

Entre los riesgos más destacados para los próximos años aparecen la mencionada subida de tipos y la subida del precio del petróleo, que elevarí­a la factura energíética y frenarí­a aún más la recuperación industrial.