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Tres procesos de refinanciación de deuda, abiertos desde el verano pasado, marcarán el inicio del ejercicio 2010 en el sector inmobiliario.
Sus tres protagonistas, Colonial, Reyal Urbis y Metrovacesa, han encauzado seis meses de negociaciones y, salvo que íéstas descarrilen a última hora, cerrarán previsiblemente en las próximas semanas sendos acuerdos de reestructuración financiera con sus entidades acreedoras, a las que deben conjuntamente cerca de 14.000 millones de euros tras ocho trimestres consecutivos en píérdidas.
De estos tres procesos, es la firma de la refinanciación de la deuda de Colonial la que parece más inminente. Esta inmobiliaria, asesorada por Lazard, tiene prácticamente luz verde de su sindicato de bancos para reestructurar el pago de 4.900 millones de la deuda total, que asciende a 6.400 millones. Los coordinadores son Calyon, Eurohypo y Royal Bank of Scotland. Goldman Sachs, el cuarto en discordia, vendió su deuda de Colonial a los fondos Colony Capital (accionista de Carrefour y la hotelera Accor) y Orion Capital.
En virtud del acuerdo (Colonial señaló el 30 de diciembre que tenía el visto bueno del 99% de sus acreedores), los tres bancos y los dos fondos se sumarán a Popular y La Caixa como accionistas de Colonial, en la que controlarán al menos un 75% del capital.
La refinanciación, tal como adelantó EXPANSIí“N el 23 de octubre, supone la conversión inminente en acciones de Colonial de las obligaciones convertibles por 1.300 millones suscritas por los bancos el pasado año; una conversión de deuda de 1.600 millones de euros en acciones a travíés de una ampliación de capital y la creación de una filial de suelo a la que se destinarán 1.000 millones de euros de activos de suelo y otros 1.000 millones de deuda del críédito sindicado.
Distinta es la solución que se perfila en las negociaciones de refinanciación de deuda de Reyal Urbis. pese a que cuenta tambiíén con el banco de inversión Lazard como asesor.
La promotora que preside Rafael Santamaría ultima un período de carencia de tres años en el pago de su deuda, que asciende a 4.900 millones de euros, y la obtención de un críédito puente de más de 150 millones de euros.
Como contrapartida, la inmobiliaria ofrece a sus cincuenta y tres bancos (liderados por Santander, Banesto, Barclays, Caja Madrid y BBVA) la venta de una serie de activos (hace dos semanas se desprendió de la Torre Ombu de Madrid por 45 millones) con cuyo importe devolverá el críédito puente; una reducción drástica de costes y la suspensión de la actividad promotora salvo en proyectos muy avanzados; y su supervisión financiera por un representante de los bancos.
La inmobiliaria mantuvo una reunión clave con sus bancos el pasado 22 de diciembre, aunque no recabó el apoyo de la totalidad de los bancos. Fuentes financieras explican que es BBVA el que más exigente está siendo con la promotora.
Reestructuración
Metrovacesa, controlada por varias entidades financieras, entre las que destacan Banco Santander y BBVA, acumula 6.200 millones de euros de endeudamiento, de los que 3.200 millones de euros están vinculados al críédito sindicado suscrito para financiar la compra de la francesa Gecina.
Asesorada por Goldman Sachs y Sigrun Partners en las negociaciones con su sindicato de bancos la compañía ha llevado a cabo una profunda reestructuración interna y un amplio proceso de desinversiones. El pasado diciembre, el grupo se desprendió de la gestora de aparcamientos Ineparking Hispania por 100 millones de euros.
Los puntos principales en las negociaciones son el aplazamiento por seis o siete años de la devolución del principal del críédito y la aportación de nuevas garantías a la deuda sindicada, entre las que podría figurar su participación del 27% en la patrimonialista francesa presidida por Joaquín Rivero.