Por... DANIEL WAGNER
WASHINGTON -- El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, tendrá que responder al duro careo que le someterán los legisladores federales en unos días sobre la omisión de los detalles que permitieron el envío de miles de millones de dólares del erario a los grandes bancos de inversiones mientras era presidente de la Reserva Federal en Nueva York.
Los legisladores reaccionaron el viernes con indignación al conocer el contenido de varios correos electrónicos enviados a fines de 2008 y principios de 2009 entre los abogados de la Fed de Nueva York y la aseguradora American International Group Inc.
El intercambio electrónico ilustra que la Fed de Nueva York quería que AIG ocultara la información sobre los acuerdos por los que envió miles de millones de dólares de los contribuyentes contenidos en el plan de rescate de AIG a los bancos Goldman Sachs Group Inc., Societe Generale y otros de gran relieve.
"La falta de transparencia y responsabilidad es ya suficientemente preocupante, pero queda por aclarar por quíé (la Fed de Nueva York) no peleó a fin de lograr mejores condiciones para el contribuyente estadounidense", afirmó el representante republicano Darrell Issa, máximo representante de su partido en la Comisión de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes, la primera que obtuvo los correos electrónicos.
El presidente de la comisión, el representante demócrata Edolphus Towns, dijo el viernes que los correos electrónicos ocasionarán una revisión de las andanzas de AIG y sus relaciones con los bancos que se beneficiaron del rescate.
El legislador fijó las audiencias para la semana del 18 de enero y solicitó la comparecencia de Geithner y el jefe legal de la Fed de Nueva York Thomas Baxter.
AIG es el ejemplo más claro de los excesos de Wall Street y una carga política para Geithner.
La Tesorería y la Fed de Nueva York sostienen que Geithner no participó o estuvo al tanto de los asuntos discutidos en los correos electrónicos. Empero, las dudas en torno al rescate de la empresa han acosado a Geithner mucho antes de que esos correos electrónicos vieran la luz pública esta semana.
El año pasado, los legisladores criticaron duramente a Geithner tras conocer que millones de dólares serían pagados en bonificaciones a los empleados de la división de AIG con mayor responsabilidad por el rescate de 182.000 millones en fondos del erario que requirió la aseguradora.
Un informe emitido en noviembre por un grupo supervisor dijo que Geithner aprobó rápidamente la decisión de usar miles de millones de dólares del erario del rescate de AIG para pagar al 100% los reclamos de Goldman y otros bancos que contribuyeron a que fuera elegido presidente de la Fed en Nueva York.
La decisión de Geithner podría haberle costado al gobierno federal más dinero del necesario para compensar a los bancos que volvieron desde entonces a los números negros y al pago de bonificaciones generosas, según el informe.
Geithner y la Reserva Federal se negaron igualmente en un principio a identificar a los bancos que se beneficiaron con "los rescates de retaguardia" de AIG.
En una audiencia realizada el 4 de marzo ante la Comisión de Hacienda, Geithner se negó a explicar por quíé el Departamento del Tesoro no difundió la identidad de los bancos. "La gente desea conocer los pormenores de este rescate particular", le dijo la senadora demócrata María Cantwell.
Los funcionarios de la Fed sostuvieron el mes pasado que difundir el nombre de los bancos podría haber empeorado la precaria situación financiera. Empero, el argumento se desplomó 10 días despuíés, cuando los mercados apenas reaccionaron al indicar la Fed quíé bancos recibieron el dinero y cuánto