La mayor planta de energía eólica de la Antártida, con capacidad para dar electricidad a 500 casas, fue inaugurada hoy en el continente helado gracias a una iniciativa conjunta de Estados Unidos y Nueva Zelanda.
Sus tres enormes turbinas abastecerán el 11 por ciento de la demanda energíética de todos los proyectos de investigación científica de ambos países en la costa del Mar de Ross, indicaron fuentes diplomáticas neozelandesas.
La planta reducirá de manera significativa la emisión de gases contaminantes y, al no utilizar combustible fósil, habrá un menor riesgo de potenciales vertidos que dañen el medio ambiente. El proyecto ha costado once millones de dólares y fue inaugurado esta mañana aunque las turbinas funcionan a pleno rendimiento desde hace un mes.