Por... TOMOKO A. HOSAKA
TOKIO -- Se prevíé que Japan Airlines solicitará el martes protección federal por bancarrota, poniendo fin a meses de conjeturas sobre su futuro e iniciando una amplia reestructuración que reduzca los gastos excesivos y la ineficacia que han abrumado a la mayor aerolínea de Asia.
Con una deuda de 16.500 millones de dólares (1,5 billones de yenes) hasta noviembre, la aerolínea pasará a la historia de las corporaciones japonesas como uno de sus mayores fracasos.
Su acceso al mercado asiático, sin embargo, es el mayor tesoro que ansían heredar las aerolíneas extranjeras. Actualmente hay dos estadounidenses libran una guerra por ese mercado, Delta Air Lines y American Airlines, cuya lucha se intensificado conforme se acerca la bancarrota, pero parece que la balanza favorecerá a Delta.
La solicitud de bancarrota con toda seguridad será seguida de un plan de reestructuración diseñado por una organización respaldada por el gobierno con el objeto de sanear a la firma. El mismo gobierno ofreció respaldo a la rehabilitación de la aerolínea y su operación futura, dijo el diario financiero Nikkei.
Los inversionistas se aprestaban el lunes al inevitable retiro de las acciones de la empresa de la bolsa de Tokio. La acción, que ha perdido más del 90% de su valor en el transcurso de la semana pasada, cayó el lunes otro 29% a apenas 5 yenes.
La empresa esencialmente ha perdido valor, con una capitalización de mercado de 150 millones de dólares (13.700 millones de yenes), que equivale al precio de un avión Boeing 787.
Se trata de un final humillante para otrora la principal aerolínea del Japón, tambiíén conocida como JAL, que fue creada por en 1951 y fue de propiedad del estado en sus años iniciales.
Formó parte del crecimiento económico del Japón cuya expansión tuvo lugar por díécadas despuíés de la Segunda Guerra Mundial y fue privatizada en 1987.
En años recientes el tráfico de pasajeros de JAL bajó en medio de la crisis económica mundial, el temor de la gripe porcina, la competencia con su rival japonesa All Nippon Airways Co. y una serie de incidentes de seguridad que contribuyeron a dañar su imagen.
En los seis meses que acabaron en septiembre la empresa perdió 1.400 millones de dólares (131.200 millones de yenes).