Todo por la pasta y el arroz. Ebro Puleva está dispuesta a desprenderse del negocio lácteo del grupo, como informó recientemente el diario El País. El presidente y máximo accionista de la compañía de alimentación, el empresario sevillano Antonio Hernández Callejas, quiere hacer caja y deshacerse de una división que ha ido perdiendo peso paulatinamente, a pesar de contar con una cuota de mercado del 8%.
Sin embargo, la filial tecnológica de Ebro Puleva, la cotizada Puleva Biotech, no ha sido incluida en el proceso de venta de los activos lácteos del grupo. Esta decisión de Hernández Callejas ha contrariado a importantes accionistas de la filial, hasta ahora mantenida como estratíégica, que consideran que la vinculación existente entre ambos negocios hace obligatorio que esta compañía forme parte de la transacción.
Si como parece, la nueva Ebro Puleva va a deshacerse de los negocios que le dan nombre, vendió el azúcar a British Sugar y ahora quiere hacer lo mismo con la leche, el futuro de Puleva Biotech como sucursal tecnológica desde la que aportar valor añadido a los productos lácteos dentro del grupo queda completamente en el aire, según explican fuentes próximas al consejo de administración de la filial.
Antes de que los hermanos Hernández Callejas decidieran apostar toda su estrategia al arroz y a la pasta, Puleva Biotech tuvo planes de futuro. No cabe otra explicación entonces para la compra que realizó hace dos años, en noviembre de 2007, de Exxentia, una compañía especializada en producción y comercialización de extractos naturales de origen vegetal por la que pagó 37,5 millones de euros.
Para desgracia de Puleva Biotech, sus días de vino y rosas en la bolsa son recuerdos del pasado. Su estreno en el parquíé llegó de la mano de la pareja formada por Javier Tallada y Guillermo Mesonero Romanos, cuando estos formaban parte de la reciíén creada Ebro Puleva a finales de 2001. Desde entonces, su vida como cotizada ha estado sometida al fuego cruzado de los especuladores y los rumores.
En los últimos días, Puleva Biotech ha sido pasto de más especulaciones sobre un posible interíés de Nueva Rumasa, el holding empresarial de la familia Ruiz Mateos al que se atribuye cualquier activo en venta que haya en el sector de la alimentación. En este contexto, su cotización acumula una revalorización del 25%, aunque la capitalización no supera los 70 millones de euros.
Puleva Biotech necesita convencer de sus bondades a los candidatos a quedarse con el negocio lechero de Ebro Puleva. Su condición como centro tecnológico puede tener poco interíés para compradores internacionales como Lactalis o Parmalat, aunque en su día llegó a despertar el interíés de Danone, pero sí supondría un complemento para una operación a nivel nacional.
Respecto a sus resultados, Puleva Biotech informó a finales de 2009 de la salida de su consejero delegado, Juan Carlos Gregorio Santos, y del deterioro de su fondo de comercio, un revíés que lastrará las cuentas de ese ejercicio con unas perdidas de hasta 7 millones de euros. Un escenario poco halagí¼eño para quedar al margen de la venta de Puleva Food. Sin leche no hay biotech.
