Opel, la filial europea de General Motor Co., anunció el jueves que eliminará 8.300 empleos en el Viejo Continente, 4.000 de ellos en Alemania, y cerrará una planta en la ciudad belga de Amberes - ante la "dura realidad" del contrayente mercado automovilístico europeo.
El director de Opel Nick Reilly dijo el jueves que la planta de Amberes será eliminada, con la píérdida de más de 2.300 puestos de trabajo, ya que la empresa debe eliminar el 20% de su capacidad manufacturera, debido a unas ventas mucho menores a causa de la recesión.
"Tenemos que cerrar una planta y desgraciadamente es la de Amberes", dijo Reilly en una conferencia de prensa en Bruselas. "Es la dura realidad del actual clima empresarial".
Reilly dijo que la crisis económica significa que los fabricantes europeos de vehículos seguramente venderán 1,5 millones de automóviles menos este año que en el 2009 y 4 millones menos que en el 2007.
Las reducciones de GM son un duro golpe para los 2.600 empleados de Opel que trabajan en Amberes y las empresas automotrices auxiliares que emplean a 10.000 personas.
El representante sindical Werner Dillen dijo que "el futuro no es prometedor (pero) había esperado esta noticia desde hace 12 meses".
Cuando General Motors Co. anuncio el año pasado sus planes de vender su filial europea a la firma canadiense Magna y al banco ruso Sberbank, ambas empresa dijeron que cerrarían la planta de Amberes. Posteriormente, GM decidió no vender su filial europea.
El diario alemán Welt informó el jueves que la producción del modelo Astra de Amberes será transferida a la planta de Bochum, y basó la noticia en fuentes anónimas del consejo de trabajadores.
La planta, abierta en 1929, pasó de contar con 7.000 empleados en su mejor momento a un tercio de esa cifra en la actualidad.