Para 2010, Banco Popular espera una gradual vuelta a la normalidad, tanto en el capítulo de ingresos, donde es previsible un estrechamiento de los márgenes como consecuencia de tasas de interíés históricamente bajas y de una todavía persistente díébil demanda de críédito, como en la menor presión de los activos deteriorados y la consecuente reducción de las necesidades excepcionales de saneamientos. Además, la entidad consideró que 2010 se espera ver el máximo de morosidad en alguno de los trimestres centrales.