Las operaciones de trading por cuenta propia en la Bolsa se han convertido en la tabla de salvación de los brókeres españoles. Gracias a ellas, ingresaron 753,3 millones entre enero y septiembre. Esto les permite capear la caída del volumen de negocio.
Ganar dinero especulando en Bolsa siempre ha representado una parte del negocio de los brókeres. Pero el descenso del volumen de negociación en el parquíé español de los dos últimos años -el pasado cayó un 27,8% y en 2008, un 25,4%- ha impulsado su peso en las cuentas de resultados.
Las sociedades de valores son las que más partido pueden sacar de las rápidas fluctuaciones de los mercados. Cuentan con la potestad de efectuar compraventas para ellas mismas, de forma que el dinero que ganan por esa vía va a parar directamente a la cuenta de resultados. Las agencias de valores y las gestoras de cartera tambiíén pueden operar por cuenta propia, pero bajo unas condiciones extremadamente acotadas.
Así, los brókeres obtuvieron 753,3 millones de euros en beneficios por operaciones en renta variable española (201,4 millones) e internacional (551,9 millones) entre enero y septiembre de 2009, según los últimos datos publicados por la CNMV. La importancia de la cifra se encuentra al compararla con el beneficio neto, que ascendió a 308,3 millones de euros entre enero y noviembre.
Es cierto que en las operativas por cuenta propia en renta fija y derivados registraron píérdidas, de 232,9 y 461,2 millones de euros, respectivamente, pero el importe es inferior a lo que ganaron en Bolsa. Precisamente, en 2008, cuando el Ibex sufrió una píérdida del 39,4%, fue la operativa en derivados, con unos resultados positivos de 1.777,9 millones, la que compensó las píérdidas en renta variable, de 960 millones de euros, y sustentó el beneficio neto.
"Es lógico que los epígrafes correspondientes a la Bolsa y a los derivados sean de signo contrario, porque una parte importante de las operaciones con futuros y opciones se efectúa para cubrir posiciones de contado; no todas son para especular", explica el director financiero de una sociedad de valores.
En los años de bonanza, cuando la clientela crecía, el peso de las operaciones financieras era muy inferior al actual. Los resultados en renta variable por cuenta propia de los brókeres en 2007 ascendieron a 173,5 millones de euros, y las cantidades van disminuyendo de forma progresiva a medida que nos remontamos en el tiempo. En 2006, cuando el Ibex escaló un 31,8%, fueron de 126,3 millones, y en 2005 (el selectivo sumó un 18,2%) ascendieron a 44,4 millones.
El director de relaciones con inversores de Renta 4, Mario Sacedo, señala que "las operaciones por cuenta propia pueden ser una herramienta para solucionar los resultados cuando no se cuente con una clientela sólida. Está claro que una buena parte de las empresas lo está haciendo así". Este grupo de servicios de inversión se apuntó 307.000 euros en el epígrafe de operaciones financieras entre enero y septiembre de 2009, cuando su beneficio neto ascendió a 4,66 millones de euros. "En nuestras cuentas, el peso es muy reducido, ya que nuestros negocios están muy diversificados", asegura.
Otro directivo de un bróker indica que las apuestas propias intradía en renta variable llegan a suponer hasta el 50% del importe de los recursos propios. "En esta etapa, todavía de vacas flacas y de gran desconfianza, es una fórmula de salvar las cuentas. Muchas gestoras de cartera y agencias de valores tienen como objetivo constituirse en sociedades de valores para poder operar para ellas mismas con libertad", afirma.
Con la lupa en la solvencia
La CNMV se encarga de velar por la solvencia de todas las empresas de servicios de inversión (sociedades de valores, agencias y gestoras de carteras). A travíés de sus boletines trimestrales, el supervisor ha asegurado que el nivel de solvencia del sector es, en general, muy holgado, aunque ha advertido reiteradamente de una situación "de exceso de capacidad en el sector que deberá corregirse a travíés de las oportunas decisiones estratíégicas".
La entrada en vigor de la circular de solvencia, aprobada a mediados del año pasado, refuerza los controles que los brókeres deben aplicar. Durante el primer trimestre de este año, por ejemplo, deberán enviar a la CNMV un informe de autoevaluación en el que midan sus fuerzas en situaciones adversas. Los expertos destacan que el objetivo último es que cada bróker fije su nivel de fondos propios en función de sus actividades.
Por ejemplo, la norma establece exigencias reforzadas de recursos propios para aquellas sociedades de valore que sólo operen por cuenta propia. La falta del colchón que supone el negocio de clientes explicaría este incremento de los requisitos.
Las cifras
308,3 millones ganaron las empresas de servicios de inversión en los nueve primeros meses de 2009.
30 brókeres registraron píérdidas entre enero y septiembre, el 27,8% del total, según los datos de la CNMV.