Por... AOIFE WHITE y PAN PYLAS
BRUSELAS -- Los temores de que la economía mundial caiga en otra espiral de crisis se profundizaron el viernes ante las dificultades fiscales en Portugal y Grecia, que según algunos analistas, podrían propagarse al resto de las naciones de la eurozona y más allá.
Los inversionistas, asustados, comenzaron a deshacerse de sus activos peligrosos, como las acciones, en todo el mundo.
Desde Shanghai hasta Sao Paulo, los inversionistas se despertaron con la realidad de que los sucesos en ambos países de Europa, cuyas economías no son de las más grandes del continente, tienen sin embargo grandes implicaciones para la frágil recuperación económica global.
Las acciones cayeron en Asia y Europa debido a la resistencia afrontada por los gobiernos en Portugal y Grecia para controlar sus díéficit con una reducción de gastos.
Los mercados bursátiles temen que el gobierno de Grecia se declare en quiebra y necesite un costoso programa de rescate financiero pagado por los gobiernos de los demás países de Europa, los cuales tambiíén tienen apuros de caja.
Además de Portugal, España tambiíén está preocupada por sus problemas económicos.
La calificación de la solidez financiera de Portugal se deterioró el viernes despuíés de que la oposición derrotó un plan de austeridad del gobierno.
La aprobación de la iniciativa era necesaria para tranquilizar a los mercados y reducir el coste de su deuda, un indicador de los temores de los inversionistas.
"Portugal está cerca de lo que ahora es un intento muy tímido" para reducir su díéficit, dijo Marco Annunziata, economista en jefe de UniCredit.
Desde el miíércoles, autoridades de la Unión Europea han reafirmado la fortaleza de la eurozona y la determinación de Grecia para reducir el gasto del gobierno, pero no convencieron a los mercados.
Entre quienes hicieron pronunciamientos para sosegar a los inversionistas figuran el comisionado europeo de economía, el español Joaquín Almunia, y el jefe del Banco Central Europeo, el francíés Jean Claude Trichet.
La nueva reacción de los mercados es indicativa de las finanzas de los gobiernos en el mundo y de que se está consciente de que la quiebra del gobierno en Grecia agravaría las apuradas finanzas de los bancos que tengan bonos griegos. La mayoría de esos documentos fueron vendidos a inversionistas europeas fuera de Grecia.
El gobierno de Atenas tiene bonos sin pagar por 290.000 millones de euros (397 millones de dólares), cifra que es más del doble de la del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers, cuya quiebra arrodilló al sistema financiero mundial.
Esos temores han afectado a los mercados bursátiles en los últimos días y los han llevado a cerrar a la baja.
El viernes, la bolsa de Alemania cerró con retroceso de 1,8%; la de Francia, de 3,4 por ciento, y la de Gran Bretaña, de 1,5 por ciento. Wall Street se mantuvo sin gran variación tras un repunte impulsado por las cifras de empleo positivas.
El viernes, la oposición en Portugal aprobó su propio proyecto, que el gobierno asegura causará un díéficit al presupuesto de 400 millones de euros (550 millones de dólares) en los próximos cuatro años.
El gobierno calificó esa iniciativa de "irresponsable" y anunció que intentará anularla, lo cual abre la posibilidad de nuevas fricciones políticas en el país.