Las autoridades estadounidenses han dado el visto bueno para que las aerolíneas American Airlines, British Airways e Iberia puedan operar en una sociedad conjunta, pero manteniendo su independencia jurídica, las rutas entre Europa y Amíérica del Norte.
En compensación, los tres miembros de la alianza OneWorld se verán obligados a renunciar a cuatro slots (derechos de vuelo) de aterrizaje y despegue entre el aeropuerto londinense de Heathrow y los de Estados Unidos.
Iberia, British Airways (en proceso de fusión) y American Airlines propusieron la creación de una sociedad conjunta para explotar sus vuelos entre Europa y Estados Unidos en agosto de 2008 . Esto supondrá coordinar frecuencias, destinos, fijar precios comunes y compartir los ingresos y los gastos de esa ruta.
Otras dos firmas de la alianza OneWorld, Finnair y Royal Jordanian Airlines, tambiíén forman parte del acuerdo.
Otras alianzas
«La aprobación provisional por parte del Departamento de Transportes es un importante paso en el proceso de permitir a los miembros de OneWorld cooperar y competir más efectivamente con otras uniones del mismo tipo, como Star Alliance y SkyTeam», explica American Airlines en un comunicado.
El visto bueno provisional, sujeto a un periodo de consultas a las partes interesadas de 90 días, supone que Estados Unidos no pone objeciones en materia de competencia, de forma que las aerolíneas gozan de inmunidad antimonopolio en lo relativo a este pacto.
El plan aceptado por el Departamento de Transporte estadounidense facilitará a estas tres aerolíneas trabajar de manera conjunta para recortar costes, lo que les permitiría ofrecer tarifas más bajas en un número mayor de rutas, además de reducir los tiempos de viaje y conexión.
British Airways y American Airlines han buscando la inmunidad antimonopolio de las autoridades estadounidenses para ampliar su alianza en tres ocasiones desde 1998. Ambas han mostrado su satisfacción ante la decisión del Departamento de Transportes.
Ahora, las tres aerolíneas deben esperar la decisión de las autoridades europeas. La Comisión Europea lleva tiempo estudiando las posibles implicaciones sobre la competencia de la explotación conjunta de las rutas entre Europa y Amíérica del Norte por parte de la alianza OneWorld.
Bruselas
En septiembre de 2009, Bruselas envió a las tres aerolíneas un pliego de cargos con la enumeración de las objeciones que los servicios de la Competencia habían detectado en la alianza por vulnerar las normas comunitarias.
En estos momentos, Bruselas ha iniciado un proceso de consultas al resto de aerolíneas competidoras. Esta ronda es, a juicio de los expertos, una muestra de que las negociaciones entre las tres aerolíneas y la Comisión han sido productivas en los últimos meses. Las tres aerolíneas están dispuestas a renunciar y ceder derechos de vuelos (slots) para sacar adelante el acuerdo.
Según ha trascendido, serían siete trayectos los afectados por la asociación de las tres compañías. Bruselas recomienda ceder parte de los derechos a las aerolíneas perjudicadas por la alianza. En el caso de Iberia, las dos rutas que tendrían que compartir slots con otras compañías serían sus enlaces entre Madrid y Miami y Chicago.
La Comisión deberá publicar los compromisos de las tres aerolíneas, de modo que todas las partes interesadas puedan responder. Finalmente, la Comisión analizará las respuestas y volverá a estudiar el proyecto para su aprobación final.
Las rivales de las tres aerolíneas de la alianza OneWorld tambiíén planean pactos similares para plantarles batalla. Lufthansa se ha unido con Continental y United Airlines, socios de Star Alliance, en los vuelos hacia Estados Unidos. Air France/KLM y Delta/Northwest, de Sky Team, están negociando tambiíén operaciones de rutas conjuntas.
Reacciones
Richard Branson, presidente de la aerolínea Virgin Atlantic, mostró su oposición a la aprobación de las autoridades estadounidenses. En un comunicado, el empresario incide en que, antes de conocerse el visto bueno del Departamento de Transporte, «el Departamento de Justicia, que es el experto en asuntos de competencia, pidió medidas estrictas para proteger el interíés público, porque la alianza dañaría de manera flagrante a la competencia y a los consumidores».
Branson asegura que esta decisión es «una autíéntica patada en los dientes para los consumidores, que serán quienes paguen el precio en los próximos años».