El Zorro y el Toro de Wall Street Al Zorro siempre le había intrigado lo del Toro y el Oso de la Bolsa de Nueva York.¿Como habrán podido llegar tan alto dos animales en la mayor bolsa del mundo?. Se preguntaba una y otra vez. Y no pudo más, se embarcó en un avión hacia New York. Al poco tiempo de llegar, cogió un taxi y dijo las palabras mágicas:
- Wall Street, Please!
El taxista apenas tardó unos 18 minutos en llevarlo desde Lexington. Bajó del coche amarillo contento como un zorrillo, y comenzó a subir Wall Street rumbo al New York Stock Exchange –¡la Bolsa de Nueva York! - . ¡Pero...!, ¿quíé pasa? . La entrada estaba vallada y rodeada por soldados armados hasta los dientes. Se acercó, y trató de pasar con dos o tres disculpas. Pero no coló. Se dio por vencido, sacó un par de fotos, y preguntó por el Toro.
- Bajando Broadway, le dijo un soldado.
El Zorro corrió hacía allí. En apenas 150 metros de recorrido llegó hasta el Toro. El símbolo de Wall Street!. Una figura impresionante en medio de la calle, rodeada de infinidad de humanos de diversas razas. El Zorro quedó impresionado con el Toro. Guardó pacientemente su turno, Y cuando los últimos, unos japoneses que no paraban de sacar fotos, finalizaron.. Saludó al Toro.
- “Hello Bull, . I´m Fox, from the spanish forest.
- ¿Fox?â€, -respondió Bull-. Ah!, Zorro.
El canido quedó maravillado por que el Toro hablaba español.
- ¿Cómo estás?.
- Bien, respondió el Zorro. Tengo unas preguntas para ti.
El Toro lo miro fijamente, y lo invitó con un gesto a que las formulara:
- ¿Hasta cuanto va a durar el mercado alcista?.
El Toro, sonrió, y le dijo:
- No lo síé, no depende de mí. Pero te puedo recordar que no suelen durar más de 5 años. Y si este último comenzó en el 2002, es fácil echar la cuenta con poco margen de error.
-Ya, contestó el Zorro.
Viendo que el pequeño animal no quedaba muy satisfecho el Toro volvió a hablar.
- Yo soy un mandado, unas veces me mandan a embestir a un lado del ocíéano, y otras a otro. Pero voy quedándome con el funcionamiento de los ciclos.
El Zorro volvió a preguntar:
- Tengo en cartera varios valores: INBESOS, INYPSA, NATRACEUTICAL, ERCROS, Y AVANZIT, entre otros, ¿que opinas de ellos?.
- No me preguntes nada de valores, trabajo cada día con miles, y no suelo recordar sus nombres. Aunque la Bolsa es como la Agricultura.
El Zorro lo miró estupefacto. El Toro se dio cuenta de su asombro, y aclaró.
- Para una buena cosecha, tienes que elegir la mejor semilla (acción), analizar la tierra (el valor), elegir el momento ideal para la siembra (del ciclo), y esperar para recoger. Esto último lo sabe hacer muy poca gente, se suelen impacientarâ€.
- Entiendo, contestó el Zorro. ¿Entonces los valores que tengo?.
El Toro contestó:
- Si así lo has hecho, así será.
-Pero a veces, hablando con otros inversores, sobretodo con los humanos, pueden surgir dudas.
- ¡Ay!, amigo Zorro, contestó el Toro, si haces caso de los demás estás perdido. Debes aprender a guiarte por tu instinto. El 75/80 % de los que hoy están en Bolsa serán barridos por el amigo Oso.
- ¿Tantos?.
- Si, incluso más, depende del momento.
El Zorro estaba fascinado con la sabiduría del poderoso animal. Y siguió preguntando:
- Me preocupan los tipos de interíés, y el precio del petróleo.
Sonó una gran carcajada.
- â€Ja, ja, ja, ja. No prestes mucha atención a esas cosas Zorro. La Bolsa sube cuando quieren, y baja de la misma forma. Acuíérdate que hasta hace unos meses los tipos aquí estaban al 1 %, y la Bolsa, no era muy alcista. Ahora los han multiplicado, y el Down Jones está más alto. En el año 1987 estaban los intereses al 14 % en España, y la Bolsa subía como un cohete.
- Pues tienes razón, dijo el Zorro. Pero.... ¿y el petróleo?.
- Son intereses muy poderosos los que mueven los precios, en los que están compinchados todos los gobiernos del mundo.
- ¿Todos?, exclamó el Zorro.
- Si, todos. Nadie busca soluciones. Está bien como está, por lo menos para ellos. - Claro, claro asintió el Zorro. Una última pregunta Toro.
- Venga Zorro, dispara.
- Va a salir a cotizar Bolsas y Mercados Españoles, ¿es interesante invertir?.
- Te digo lo de antes, la Bolsa es como la Agricultura.
- Ya, pero....
- El Toro añadió: los negocios de los grandes quinquis suelen ser buenos.
El Zorro extrañado por la respuesta, trato de aclararle que era BME. Y el Toro matizó:
- Existen dos clases de quinquis: los pequeños, que tienen la Ley en su contra, y hacen determinadas perrerías; y los grandes, que la tienen de su lado, y hacen cosas como lo de TERRA. Por eso te recomiendo invertir donde estíén los grandes quinquis. A la larga, negocio seguro.
- Gracias Toro por tus consejos.
- Una última cosa Zorro: la Bolsa es como la Vida misma, nunca dejará de sorprenderte.
- Preguntó por el Oso, y el Toro le contestó que estaba trabajando. -ese día, bajó Wall Street-.
El Zorro se sacó un par de fotos con el símbolo de la Bolsa Americana. Le pidió que tomará nota de sus cinco valores preferidos, para que cuando le mandaran embestir, lo hiciera con interíés. Y siguió calle abajo, rumbo a Battery Park, para ver la estatua. A la vuelta, seguía el Toro en el mismo sitio, con otros japoneses, están por todas partes en New York. El Zorro lo saludó con un gesto desde la otra acera, y el Toro, le respondió, dándole a entender que no se olvidaba de lo de íél. ¡Unas buenas embestidas a INBESOS, INYPSA............ y ciclo completado!. El Zorro se fue alejando Broadway arriba.
- ¡Que buena idea fue viajar a New York!, -pensaba-.
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