Ya ha empezado la cuenta atrás para que los grandes bancos andorranos, especializados en banca privada, desembarquen en el mercado español. El principio de acuerdo entre los ejecutivos de ambos países, que presumiblemente entrará en vigor el 1 de enero de 2011, sentará los requisitos para que las entidades de la región pirenaica puedan entrar en el capital de sus homólogas españolas.
“Tras la supresión de secreto bancario y la entrada del convenio de doble imposición con España los bancos andorranos están saliendo de pesca y puede que nos sorprendanâ€, señala el primer ejecutivo de una entidad de banca privada española.
Este acuerdo está pendiente de recibir el visto bueno del Congreso de los Diputados en España y el Consell General andorrano.
En virtud de esta alianza, Andorra dejará de ser considerado como paraíso fiscal y se iniciará un intercambio de información fiscal para luchar contra el fraude. Ya desde ayer el Principado ha abandonado la lista de paraísos fiscales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
í‰sta era la traba que provocó que el Servicio de Prevención de Blanqueos de Capitales (Seplac) se pusiera firme en 2009 para impedir que bancos andorranos metieran un pie en España.
Operaciones en ‘stand by’
Tanto es así, que el Banco de España (BdE) detuvo el año pasado la compra de BSI, la gestora de la aseguradora Generali en España, por parte de la andorrana Andbanc, cuyos protagonistas ya daban por cerrada.
Junto con BSI, las entidades andorranas ya han iniciado negociaciones para hacerse con otras firmas españolas, entre las que se encuentran Tressis y Banco Madrid, según fuentes del sector consultadas por EXPANSIí“N. En ambos casos, las conversaciones quedaron estancadas hasta que se conoció la entrada en vigor del acuerdo entre ambos países, que, aún con flecos por atar, da un optimismo extra de cara a poder cerrar alianzas.
Más suerte tuvieron Crí¨dit Andorrí o Banca Privada d’Andorra que entraron durante 2008 en el capital de las gestoras Valira e Interdin (ahora BPAAsset Management), respectivamente, antes de que el Seplac empezara a vetar estas operaciones.
Junto con Crí¨dit Andorrí , Andbanc y Banca Privada d’Andorra, Banca Mora es el otro candidato para aprovechar la nueva regulación y entrar en el capital de una entidad española. Esta firma tiene una división específica para banca privada, Mora Wealth Management, con presencia en Suiza y Miami (EEUU).
Los pactos entre entidades españolas y andorranas son buscados por ambas partes. En el caso de las firmas nacionales, la entrada de un socio andorrano supone una inyección de capital más necesaria que nunca en un momento como el actual, en el que se ha juntado la fuga de clientes con la caída de los activos bajo gestión, provocando una gran reducción del beneficio de estas entidades.
Estas alianzas son si cabe más importantes para los bancos andorranos. Los reguladores europeo y norteamericano han iniciado medidas para poner fin de las actividades de banca privada offshore, la que presta los servicios en paraísos fiscales, que está obligando a entidades andorranas a convertirse en entidades locales para seguir haciendo negocio.
Esta estrategia cobra especial importancia en España, ya que este mercado es considerado como el puente para prestar servicios de asesoramiento en Latinoamíérica.
Junto con los bancos andorranos, las firmas luxemburguesas y suizas tambiíén están barajando la opción de adquirir entidades españolas.
Algunas de estas entidades ya han metido un pie en algunas firmas de asesoramiento españolas. í‰ste es el caso del banco suizo Mirabaud, que ha entrado en el capital de Venture Finanzas, o el del tambiíén grupo helvíético SYZ&CO, que adquirió el 50% de la gestora de N+1.
Las dos mayores operaciones de los últimos años en el sector han sido la compra por parte de La Caixa del negocio de Morgan Stanley, por 600 millones de euros, y la de Banco Urquijo por parte de Banco Sabadell, por 760 millones.
El resultado del sector cae un 76% durante 2009
El posible aterrizaje de entidades andorranas coincide con un momento en el que el sector de banca privada española ha recibido un duro golpe en sus cuentas. El resultado antes de impuestos de las nueve entidades cuyos balances muestra la AEB (Banif, Banco Urquijo, Banco Madrid, Popular Banca Privada, Altae, Fibanc, BNP Paribas, Credit Suisse y UBS) cayó un 76% entre enero y septiembre de 2009 respecto al mismo periodo de 2008. Esta cifra ha pasado de los 105,4 millones de euros de hace dos ejercicios a los 25,1 millones de euros de 2009.