Reyal Urbis por fin consiguió el viernes que el banco más reticente a las condiciones de su refinanciación, BBVA, firmara el plan de negocio que permitirá a la inmobiliaria evitar el concurso de acreedores. Lo hizo a cambio de quedarse con una serie de inmuebles como pago de su deuda, como adelantó El Confidencial el 10 de febrero. Se trata de un paso necesario para la salvación de la empresa que preside Rafael Santamaría, aunque no suficiente. Todavía dos bancos de los 10 del comitíé director -Barclays y Eurohypo- tienen que firmar las condiciones, y despuíés tienen que aceptarlas las otras 39 entidades acreedoras de Reyal.
Según fuentes conocedoras de la negociación, la aceptación de BBVA se produjo tras cambiar varios puntos del acuerdo inicial, el llamado term sheet. Aparte de su canje de activos por deuda, otra importante modificación es que la empresa ya no necesitará la inyección adicional de 150 millones de euros estimada inicialmente para seguir viva, sino que esta cifra se ha reducido a 80 millones gracias a la venta de algunos edificios en los últimos meses que han aliviado un poco su desesperada situación.
Estos cambios de las condiciones de la refinanciación son los que han impedido su aceptación por todos los miembros del steering committee: Santander, Banesto, Caja Madrid, Royal Bank, Popular, Barclays, Unicaja, Sabadell y Eurohypo. Este último y Barclays alegaron el viernes que deben llevar las nuevas condiciones a sus respectivos comitíés de riesgos para que las vuelvan a evaluar antes de dar su adhesión.
En todo caso, las fuentes consultadas consideran que la firma de BBVA elimina el principal obstáculo del proceso y se muestran optimistas sobre que al final Reyal se salve del concurso. Ahora bien, esta firma debía haberse producido antes del 31 de diciembre; es decir, el retraso es muy importante, y todavía puede tardarse bastante más en conseguir la firma de los 49 bancos y cajas acreedores de la inmobiliaria. Sin descartar que alguno de ellos se oponga al plan y que inste por su cuenta el concurso, lo que daría al traste con todos estos esfuerzos.
Aportación de liquidez del 5%
Aparte de BBVA (que tiene una deuda de unos 400 millones concedida a la inmobiliaria), tambiíén se han acogido a la fórmula de canje de activos por deuda Sabadell (178,8 millones), Bancaja (96,3 millones), Caixa Galicia (50) y Caixanova (44). Según las fuentes consultadas, estas entidades tendrán que poner el 5% del valor del citado canje como aportación de liquidez a esos 80 millones que necesita la compañía para poder seguir operando.
Esta solución no es ventajosa para los bancos, puesto que los activos se comprarían al valor al que se financiaron durante la burbuja inmobiliaria, muy superior al actual. La diferencia entre ambos tendrá que ser provisionada como píérdida por las entidades. Además, quedan excluidos los activos en renta (los buenos), así que tendrá que quedarse con suelo y promociones.
Además de la inyección de liquidez, el plan de salvación de Reyal, elaborado por Lazard, contempla un período de carencia de tres años en los que la empresa no tendrá que pagar ni capital ni intereses, así como la venta ordenada de más edificios emblemáticos para la devolución de la nueva inyección de 80 millones. Reyal Urbis tiene una deuda total de casi 5.000 millones de euros, por lo que, de entrar finalmente en concurso, sería la segunda mayor quiebra de la historia de España, sólo superada por Martinsa Fadesa.