El Tesoro Público rompe los consorcios que se habían formado para colocar la deuda del díéficit tarifario, con el fin de que se lancen ofertas más competitivas.
Un caramelo por el que habrá que pelearse más de lo que estaba previsto. Se habían formado ya cuatro grandes grupos de bancos para pujar por el mandato de la colocación de la millonaria deuda elíéctrica. Y es que esta operación, no sólo les reportará unas jugosas comisiones sino tambiíén un elevado prestigio, puesto que se trata de la titulización de deuda más importante de los últimos años en Europa. Esta vía de financiación es la más golpeada por la crisis.
Según adelantó EXPANSIí“N el pasado 21 de septiembre, el consorcio que más tiempo llevaba trabajando en una estrategia que convenciera al Ministerio de Industria y al de Economía –desde el primer trimestre de 2009– lo formaban BBVA, Santander, BNP Paribas, Citi, Barclays y JPMorgan. Poco despuíés, Caja Madrid, La Caixa, HSBC y Calyon formaron otro grupo de trabajo.
Sin embargo, en el segundo borrador del Real Decreto sobre el díéficit que se ha puesto en audiencia pública, se añade una cláusula que echa por tierra todo el trabajo realizado: "Las entidades se seleccionarán de forma individual mediante un procedimiento competitivo basado en los siguientes criterios".
Fuentes cercanas a la operación apuntan que "se pretende elegir a los bancos que más te gustan para crear un consorcio de ganadores, formado por cinco o siete entidades, y que salga lo más barato posible".
De hecho, entre los criterios para seleccionar a los bancos se incluyen, además de aspectos tíécnicos, como la "capacidad para distribuir instrumentos financieros similares, tanto en mercados nacionales como extranjeros, su experiencia en este tipo de operaciones y su capacidad de asesoramiento", otros de carácter económico, como "la cuantía de las comisiones que cobrarán dichas entidades por sus servicios prestados e indicaciones de precio orientativo al que consideran viable la colocación".
Tras realizar todas las alegaciones pertinentes a este segundo borrador, el siguiente paso consiste en la aprobación por parte del Consejo de Estado, y despuíés por el Consejo de Ministros "de la semana que viene o de la siguiente", añaden fuentes financieras. Despuíés de este trámite, "se sacará la primera emisión en uno o dos meses, en función de las oportunidades de los mercados. El importe de la operación dependerá de lo que decida el consorcio de bancos ganadores", añaden.
El fondo de titulización, gestionado por Titulización de Activos (TdA), contará con aval del Estado para cubrir los díéficits generados hasta 2012, que se crean porque las tarifas elíéctricas no cubren los costes. El aval cubrirá los díéficit hasta 2008 por un importe máximo de 10.000 millones, cifra a la que se sumarán otras cantidades (3.500 millones por 2009; 3.000 millones por 2010; 2.000 millones por 2011 y 1.000 millones por 2012).
En total, en torno a 20.000 millones. La intención era lanzar la emisión antes de finales de 2009, pero el proceso se ha dilatado por el deterioro de las condiciones de financiación. La creciente desconfianza hacia los activos de los países perifíéricos, por sus elevados díéficits, ha provocado que aumente el riesgo país de España, lo que encarece la financiación.
Y la deuda pública pone un suelo de referencia para el precio al que se colocará la deuda elíéctrica. La última operación del Tesoro a 15 años salió a 85 puntos básicos sobre el índice de referencia para las emisiones a tipo fijo o midswap.
Las cifras
· Las comisiones para la banca que coloca la deuda en una emisión normal suelen rondar el 0,30%-0,50% del importe colocado.
· Se colocarán más de 12.000 millones en 2010, aunque lo más probable es que se hagan varias emisiones de menor importe.
· El precio al que salga la deuda depende de la prima de riesgo de España, puesto que el bono del Tesoro marca un suelo de referencia.