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Autor Tema: ¿Quíé hará subir la bolsa a largo plazo? Cuatro ideas de inversión  (Leído 431 veces)

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¿Quíé hará subir la bolsa a largo plazo? Cuatro ideas de inversión

por Manuel de la Cruz

El cambio climático, las tendencias demográficas, el cambio de poder de occidente a oriente y la agricultura serán los grandes catalizadores que generarán la rentabilidad de las inversiones en los próximos años.

Con la elevada incertidumbre que a menudo viven los mercados, muchos expertos aconsejan ampliar su horizonte temporal a la hora de tomar decisiones. De esta forma, aprovechar las caí­das para comprar valores de calidad a precios atractivos y construir carteras a largo plazo.

Los gestores recomiendan adelantarse al impacto que las tendencias a largo plazo pueden tener sobre los beneficios de las compañí­as para identificar oportunidades de crecimiento que sorprenderán a los mercados. Esto permite a los inversores pacientes comprar compañí­as a precios atractivos.

Estos son los grandes motores de la inversión en la primera mitad del siglo XXI para las grandes gestoras de fondos:

1. EL CAMBIO CLIMíTICO.

Es uno de los mayores desafí­os que encara el mundo hoy y presenta importantes oportunidades a los inversores a corto, medio y largo plazo.

Pese a la crisis, muchas de las medidas de estí­mulo de los gobiernos están relacionadas, precisamente, con las iniciativas verdes. Alrededor del 40% de los 4 billones de yuanes del plan de estí­mulo del gobierno chino se enmarca en el desarrollo de energí­as verdes, tales como la energí­a solar y eólica y la producción de coches elíéctricos.

"Las oportunidades a largo plazo para los inversores son numerosas y pueden ser divididas entre compañí­as que ayudan a mitigar el impacto global del cambio climático y aquellas que pueden ayudar al mundo a adaptarse a los cambios inevitables", asegura Virginie Maisonneuve, directora de renta variable global de Schroders.

Los esfuerzos por mitigar el efecto incluye el uso de energí­as alternativas que produzcan menores emisiones de dióxido carbono que las tradicionales tales como el carbón o el petróleo. En este sentido, las energí­as renovables estarán entre las grandes beneficiadas del cambio climático y el sector será uno de los protagonistas en las carteras.

2. TENDENCIAS DEMOGRíFICAS

La población mundial podrí­a alcanzar los 9.000 millones de personas en 2050 desde los 6.000 actuales. Los grandes cambios en el crecimiento de la población, el envejecimiento de algunas zonas y la urbanización de otras proporcionarán convincentes oportunidades a largo plazo para compañí­as en varias industrias.

Al mismo tiempo que la población crece, una parte del mundo está envejeciendo. Europa, por ejemplo, es el continente más viejo. El envejecimiento tendrá un gran impacto en los presupuestos de los gobiernos, sobre todo desde el punto de vista del coste de las pensiones públicas y en salud. Tambiíén proporciona oportunidades a los inversores. A medida que la población envejece, los tipos de bienes y servicios que demandan tambiíén cambian: la gente mayor gastará una mayor parte de sus ingresos en alimentación y menor en ropa, decoración o entretenimiento. Tambiíén gastará más en asistencia en casa o libros y menos en transporte público. A medida que se tienen más años se compran menos coches y se consumen más paquetes vacacionales y cruceros. El sector de salud es el claro ganador del envejecimiento de la población mientras que la educación es la perdedora.

Los paí­ses de mayor crecimiento de la población, por su parte, traerán consigo una rápida urbanización que generará oportunidades en el sector de las infraestructuras. De aquí­ a 2025, China construirá 5.000 millones de metros cuadrados de carreteras y 28.000 kilómetros en lí­neas de metro. Para suministrar viviendas y oficinas para sus 350 millones de nuevos habitantes urbanos, China construirá casi 40.000 millones de metros cuadrados de suelo, y un número de rascacielos equivalente a 10 veces la ciudad de Nueva York.

Para Maisonneuve algunas de las compañí­as que se beneficiarán de las grandes tendencias demográficas son Danone, que está tanto en el segmento de bebíés como de la tercera edad; Homex, constructor de casas mexicano; y Teva, farmacíéutica de geníéricos.

3. CAMBIO DE PODERES DE OCCIDENTE A ORIENTE

Una de las tendencias que va a marcar las próximas díécadas es el cambio en el equilibrio de fuerzas en la economí­a mundial. La economí­a mundial que conocemos hoy será prácticamente irreconocible en 2050. La aparición de potencias emergentes, el impacto de la mundialización y un trasvase histórico de riqueza "fundamentalmente desde los paí­ses occidentales desarrollados hacia las naciones orientales en desarrollo- transformarán el panorama económico y polí­tico, así­ como la inversión", explica la gestora Fidelity en un informe.

Schroders define el impacto del mayor crecimiento de las economí­as de los mercados emergentes sobre el resto del mundo como superciclo. Las economí­as emergentes crecen más fuertes y representan más del 50% de la economí­a mundial en paridad de poder adquisitivo. Su demanda de petróleo y materias primas está teniendo un fuerte impacto en los precios.

Los exportadores de hoy se van a convertir en importadores de mañana, por lo que muchos patrones comerciales van a cambiar.

Nomura advierte sobre este cambio de poder. "Se ha identificado a China e India como los dos paí­ses que se encuentran en una situación propicia para aprovecharse de las condiciones de crecimiento favorables. Ahora bien, este crecimiento dependerá fundamentalmente de que los responsables de tomar las decisiones desarrollen sus visiones en aspectos como las polí­ticas macroeconómicas, estructurales y comerciales".

4. AGRICULTURA

Alimentar a 9.000 millones de personas en 2050 supondrá un reto. El proceso de urbanización, además, exigirá más de la agricultura y reducirá la superficie disponible.

Para Richard Davis, miembro del equipo de Recursos Naturales de renta variable de BlackRock, "las subidas de precios del sector agrí­cola podrí­an representar una revalorización a largo plazo similar a la que ha tenido lugar en los metales y la energí­a".

Los motores de la demanda de materias primas agrí­colas serán los cambios demográficos, la industrialización y los biocombustibles.