Cuando los mayas previeron que el mundo llegaría a su fin en 2012 - al menos es lo que dice Hollywood- no contaban con los bonos basura entre los peligros que podrían conducir al desastre a todo el mundo.
Tal vez deberían, porque 2012 es el comienzo de un período de tres años en los que más de 700.000 millones de dólares de deuda empresarial de alto rendimiento o de riesgo vencerán, una cantidad, según diversos analistas, provocarán la sobrecarga de los mercados de deuda.
En esa misma íépoca el gobierno federal tendrá que acometer importantes refinanciaciones, por lo que se incrementa la preocupación de que muchas empresas tengan problemas para obtener nuevos príéstamos, lo que provocaría una ola de quiebras.
El gobierno de los EEUU necesitará casi 2 billones de dólares en 2012, para financiar el díéficit presupuestario y refinanciar la deuda existente.
Para reflejar la preocupación existente, Moody’s advirtió el pasado lunes que los EEUU y otras naciones occidentales tienen un riesgo importante de perder su calificación de triple A.
Deuda soberana a un lado, las empresas tendrán que luchar por refinanciar sus deudas en un mercado muy exigente, por lo que muchas ellas, simplemente, no podrán acceder a la financiación suficiente para sobrevivir. Muchas compañías han conseguido trasladar el vencimiento de una gran parte de la deuda que vencía en 2009-2010 hasta 2012. De 21.000 millones de dólares de deuda basura que vencerán este año, pasarán a 155.000 millones en 2012, a 212.000$ millones en 2013 y 338.000$ millones en 2014.