El rescate de Grecia da un respiro al Ibex
Publicado por Carmen Ramos
Ha sido una semana tensa y complicada. Mientras los telíéfonos de los Jefes de Estado de los países de la zona euro echaban humo, por la intransigente postura de Alemania sobre la ayuda a Grecia, los responsables de la Comisión Europea trataban de tranquilizar a los mercados y los expertos calculaban las consecuencias.
El hecho de que la economía griega llegara a la bancarrota, o que se forzara su salida de la Unión Monetaria Europea, pondría en juego la solvencia de la banca europea y, por supuesto, la credibilidad de la moneda única. La tensión iba creciendo con el paso de los días, y llegó a su punto álgido cuando la agencia de rating Fitch rebajó la calificación del riesgo crediticio de Portugal.
Al Gobierno español la ropa no le debía llegar al cuerpo, ya que el Gobierno de Lisboa acababa de presentar un austero presupuesto para recortar su endeudamiento y, además, en 2009, el porcentaje del díéficit presupuestario suponía el 9,3% del PIB, mientras que en España alcanzaba el 11,2%. Como se suele decir, había que poner las barbas a remojar.
El tira y afloja entre Sarkozy y Merkel no ha debido tener desperdicio, pero al final el primero aceptó la intervención del Fondo Monetario Internacional y la segunda que se le díé la mano a Grecia. No es el final feliz de un cuento. Supone haber llegado a un acuerdo para evitar que el euro se hunda, el sector financiero europeo sufra un nuevo revíés y, por supuesto, que las bolsas se vengan abajo. El tema no era baladí y los mercados de renta variable lo celebraron con alzas.
En la bolsa española se echó la casa por la ventana, ya que los valores españoles iban a sufrir más que otros la desconfianza del capital exterior en la zona euro, lo que permitió que el Ibex 35 volviera a situarse sobre los 11.000 puntos.
La tensión ha cedido y la primera consecuencia ha sido que la prima de riesgo ha bajado, de manera que, en el mercado de deuda, el diferencial del bono español con el alemán ha bajado a niveles de mediados de enero. Se ha evitado que las bolsas se dieran un buen paseo a la baja, pero no hay motivo para que íéstas se lancen a subir. Por tanto, hay que esperar que los principales indices bursátiles sigan oscilando lateralmente, a la espera de que las economías se recuperen.