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Autor Tema: La vuelta a los Montes de Piedad  (Leído 354 veces)

anna

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La vuelta a los Montes de Piedad
« en: Marzo 28, 2010, 11:53:18 am »
La vuelta a los Montes de Piedad

Publicado por Agustí­n Monzón

La disminución del flujo del críédito bancario, desde el estallido de la crisis, ha llevado a cada vez más gente a buscar alternativas. La actividad de los Montes de Piedad de las cajas de ahorros españolas ha experimentado un notable repunte ante las apremiantes necesidades de financiación de las familias.

A cierre del tercer trimestre de 2009, los Montes de Piedad tení­an concedidos 437.262 príéstamos, un 7,9% más que un año antes, por un valor de 223,24 millones de euros, con un incremento del 13,2%, según datos de la CECA. Esto supone que el número de críéditos aprobados por los Montes ha alcanzado cifras no registradas desde 1988, mientras que el saldo de estos críéditos irí­a camino de marcar un nuevo ríécord, por tercer año consecutivo, desde que se comenzaran a registrar estos datos en 1961.

Críédito prendario
Los veinticinco Montes de Piedad de las cajas de ahorros españolas son herederos de una tradición centenaria, basada en el críédito prendario. í‰ste consiste en la concesión de un príéstamo en función de la prenda que el solicitante deja como garantí­a, joyas normalmente. Estos críéditos suponen, por norma general, entre un 50% y un 70% del valor de tasación de la prenda, aunque en algunos casos, como el de Cajací­rculo o Vital Kutxa, se entrega hasta un 100% de la valoración de la joya.

Una de sus ventajas es la posibilidad de obtener príéstamos de cantidades reducidas, de hasta 50 euros. De hecho, durante 2008, casi un 50% de los 274.063 críéditos concedidos, fueron por un importe que no superó los 300 euros. La media de los príéstamos se situó en 477 euros.

Las entidades inciden en que esta actividad no persigue el lucro de la entidad. Se trata, al contrario, del negocio más próximo al espí­ritu de lucha contra la exclusión social y financiera con que nacieron las cajas de ahorros. “Se trata de una actividad más gravosa que beneficiosa, puíés resulta muy caro y el interíés que se aplica (con el que se cubren los gastos del servicio) es bastante bajo”, señala Román Cabrera, director del Monte de Piedad de La Caja de Canarias, una de las entidades con mayor tradición en esta área.

Así­, el principal beneficio para las cajas serí­a la fidelización del cliente. Según algunos responsables del negocio un 80% de los usuarios de los Montes son clientes habituales de la entidad. Y las relaciones que se establecen a travíés de estas áreas suelen perdurar en el tiempo.

La actividad de estas entidades se ha asociado, desde siempre, a clases bajas de la sociedad. Sin embargo, en los últimos años, se ha abierto más a una clientela de clase media. que busca en el Monte la financiación que no consigue a travíés de la banca. “Durante 2009 se ha observado un incremento de los clientes nacionales, de clase media, que no utilizaban nuestros servicios y que han pasado a ser recurrentes, dada la facilidad de acceso a este tipo de príéstamos”, señalan fuentes del Monte de Piedad de Bancaja.

Ejecución de la prenda
Los príéstamos de los Montes suelen concederse por 12 meses, con opción a renovación del mismo hasta tres años. Cuando se produce el impago de un críédito y la entidad ejecuta la prenda mediante la subasta, el sobreprecio obtenido en la misma (que en 2008 fue de un 42% como media) se pone a disposición del cliente. En caso de que este no lo retirara pasado un periodo establecido, ese dinero pasarí­a a la obra social de la caja.

Los responsables del negocio no quieren, no obstante, quedar limitados a meros intermediarios para la venta de las prendas. “Tratamos de evitar los clientes que vienen con la intención exclusiva de vender sus alhajas. Nos interesan los que pretenden recuperarlas”, afirma Cabrera.

Un impulso que va perdiendo fuerza
El negocio de los Montes de Piedad se ha elevado a cifras ríécord en los últimos años. Sin embargo, este impulso parece perder fuelle. “En el segundo semestre de 2009, esta actividad ha aumentado a un ritmo mucho menor, e incluso en algunos montes se ha estancado”, señala Francisco Aguilera, director del Monte de Piedad de Cajasol.

Para Aguilera, que prevíé en 2010 una evolución similar a la del segundo semestre del año anterior, existen dos posibles lecturas: “o está mejorando la situación económica general, o la población ha comenzado a ahorrar más tras liquidar las deudas contraí­das en años anteriores”.

Ramón Cabrera tambiíén señala a la fuerte demanda de oro, que ha llevado a muchos clientes a sacar sus joyas y venderlas por su cuenta. En cualquier caso, las entidades mantienen su apuesta en este negocio, e incluso contemplan posibilidades de expansión en el baile de fusiones de las cajas.