Análisis tíécnico: Algo pasa con el dólar y la renta fija
por Carlos Doblado
Semana de nervios en las bolsas de la periferia europea, en la que reinó el dólar norteamericano y, curiosamente (o no) se vivió una semana negra para el mercado de renta fija.
Hace meses que los analistas de Bolságora debatimos alrededor de los acontecimientos del mercado de divisas, preguntándonos sobre la posibilidad de que estemos asistiendo a un cambio en el paradigma que ha reinado en los últimos dos ejercicios. í‰ste liga al euro/dólar con las alzas de la renta variable, en tanto en cuanto que habría sustituido a referencias como la libra/yen como barómetro del apetito por el riesgo de los inversores.
Atendiendo a íéste paradigma, y a la más que probable píérdida de los 1,342 en el euro/dólar, soporte clave en tendencia, le reconocía la semana pasada que estaba empezando a rajarme. Y así continuíé sintiíéndome los primeros días de íésta, sobre todo al constatar que el Ibex 35 se nos iba 10.900 abajo. Con todo, los soportes aguantaron todo envite al cierre de los bajistas más allá de nuestro principal índice. Y luego llegó lo de la renta fija, para empezar a hacerme pensar en que vale la pena escuchar a la expertise macro de lujo que tenemos en Bolságora gracias a Alain Galibert.
Siendo tres veces más numerosos en el ágora, no estábamos los tíécnicos muy dispuestos a escuchar a Alain, dicha sea la verdad, hasta lo acontecido con otra correlación clave como es la renta fija. Una renta fija que se mantenía en lateral desde principios de febrero pese al excelente tono de la renta variable.
Ha sido la recaída de la renta fija norteamericana lo que nos hacía cambiar radicalmente de opinión a mediados de semana; pues somos completamente conscientes de que las correlaciones cambian para reflejar las inercias de la economía. Sus variaciones tardan cierto tiempo en trasladarse a los precios, pero lo hacen sin que los analistas tíécnicos podamos evitar equivocarnos en las fases iniciales de un cambio de paradigma. Es así porque los biorritmos del mercado cambian y nosotros estamos en otra frecuencia. Tardamos en darnos cuenta de que algo ha cambiado con motivo de la disociación que se produce en el comportamiento típico de los activos. El único modo de combatir esto es contar con un buen analista macro; y Alain lleva desde principios de diciembre advirtiíéndome de que algo está cambiando en el entramado de expectativas que configuran las interrelaciones vigentes en el mercado desde 2008.
Un nuevo paradigma
Hay algo más que me sugiere que escuche a Alain, y es el sentimiento de mercado, que hay que definir como óptimo para un alza en tendencia tras la purga de enero; y a diferencia de lo que teníamos a finales de 2009 y los primeros días de 2010. Alain me insiste en que el mercado cambia, y lo hace para dejar de cotizar un ciclo financiero y empezar a reflejar una mejora del momento económico. En esas circunstancias lo que no tendría sentido es un alza de la renta fija, más allá del fortalecimiento del dólar. Un fortalecimiento que, hoy, se debería a la mejoría de la economía norteamericana y no a un menor apetito por el riesgo como debiíéramos pensar de mantenerse el paradigma. Crecer al 5,6 por ciento no es dramáticamente peor que hacerlo al 5,9. ¿Y si el euro se convierte en el centro del carry trade?
La ruptura bajista de la renta fija norteamericana es impresionante en los rendimientos, con fallo bajista en el 10 años europeo sobre el importantísimo nivel del 3,10 por ciento, donde hemos vivido una potente vuelta semanal. Una ruptura que está abriendo la posibilidad de un ataque al 4 por ciento en los bonos, nivel que delimitaría un giro en el ciclo bajista de los tipos de interíés que se ha mantenido en la tendencia de largo plazo desde 1980, nada más y nada menos, y que podría haber concluido en pleno pánico financiero, a finales de 2008.
La situación en nuestro mercado es un tanto particular, debido a los problemas que enfrentan las plazas perifíéricas europeas, donde al tema griego se ha sumado una rebaja del rating portuguíés; a la que sin embargo el mercado habría reaccionado muy positivamente. ¡Ojo!
Pero lo cierto es que en la periferia exageramos los movimientos bajistas del conjunto y nos perdemos en buena medida los alcistas; circunstancia que sin embargo es insuficiente en sí misma para cambiar una tendencia que viene dirigida por Wall Street; y que de hecho, debería estarse reestructurando atendiendo al primero de los gráficos superiores, donde puede verse un doble suelo -s1s2- sobre directriz alcista. La superación de nuestro 11.200 es clave, tíécnicamente, para empezar a confirmarlo.
Esta semana será tambiíén importante atender al cierre mensual norteamericano.