“La TDT es la televisión de todosâ€, aseguraba ayer el ministro de Industria, Miguel Sebastián, en el acto de bienvenida a la nueva tecnología. Puede ser, pero no será gratis. Según expone el operador de satíélites Astra en un informe interno al que ha tenido acceso El Confidencial, la inversión para extender la señal terrestre del 96% al 98,5% de la población alcanzará los 1.000 millones de euros en diez años. Un desembolso efectuado por las administraciones públicas que tendrá como beneficiario a una empresa privada: Abertis. Y es que la compañía participada por La Caixa y ACS, en tanto operador de red, “posteriormente utilizará estas infraestructuras para dar servicio comercial a los radiodifusoresâ€.
Según calcula Astra, la cobertura del 96% de la población puede hacerse con apenas 1.050 centros para la difusión de la señal. Sin embargo, llegar al 98,5% con red terrestre supone la puesta en marcha de cerca de 3.750 centros más, lo que implica una inversión inicial de 327 millones de euros. Y es que el coste de operación y mantenimiento de esos centros añadiría a la factura 67,2 millones de euros anuales, lo que arroja un coste total en diez años próximo a los 1.000 millones. “Para cubrir ese tramo las Administraciones Públicas están invirtiendo y comprometiendo importantes cantidades de fondos públicos para apoyar el despliegue de infraestructuras terrestres que luego serán operadas por Abertisâ€, subraya Astra.
La guerra entre Astra y Abertis a resultas de la TDT es de largo aliento. El operador luxemburguíés considera que a partir del 90% de cobertura de población el satíélite es más eficiente, y enarbola el ejemplo de Francia, país que ha optado por esta tecnología para extender la cobertura más allá de los compromisos de los radiodifusores. í‰stos en España estaban obligados a cubrir el 96% de la población, en el caso de los privados, y el 98%, los públicos, lo que dejaba fuera a unos 300.000 hogares y un millón de habitantes. En España, sólo la cobertura del 98,5 al 100% se hará vía satíélite, proceso que tampoco convence a Astra
La compañía de satíélites no sólo impugnó varios concursos autonómicos para la ampliación de la cobertura TDT, sino que denunció al Ministerio de Industria ante la dirección general de Competencia en Bruselas por trato de favor a Hispasat, donde Abertis es primer accionista. Astra sostiene que el Ejecutivo presionó a las autonomías para que no convocaran concursos específicos para el complemento satelital –ese tramo del 98,5% al 100%-. Al vincular los concursos la cobertura terrestre y la del satíélite, sólo había un adjudicatario posible. “Abertis tiene la estructura y el monopolioâ€, denunciaba Luis Sahún, presidente de Astra.
Abertis ya respondió oficialmente en su día a las denuncias de Astra, asegurando que ha invertido más de 400 millones en el desarrollo de la señal digital terrestre y que precisamente los retornos vendrán de los contratos con las cadenas de televisión. “En ningún caso puede afirmarse que la Administración o los recursos de los contribuyentes estíén financiando este despliegueâ€, remataba en una carta remitida a la Comisión Europea y a Industria. En esta línea, añadía para relativizar la opción del satíélite que “la TDT significa televisión digital terrestre y, aunque parezca obvio, se refiere a la difusión de la televisión por ondas hertzianas, no a travíés del cable ni por satíéliteâ€. Tambiíén dejaba claro que Abertis no era la única empresa que podía presentarse a los concursos impugnados por Astra.
Las cadenas pagarán menos
¿Quíé precio podría pedir Abertis a los radiodifusores? Astra tambiíén ha hecho cuentas. De acuerdo con el informe, el primer tramo de cobertura de población –hasta el 80% o el 85%- tendría un coste aproximado de 13 millones de euros por año y múltiplex (frecuencia de la que dispondrá cada operador una vez completado el apagón analógico y que contiene cuatro canales). Para el segundo corte, entre el 85% y el 96% de cobertura, el coste se incrementa en 6 millones de euros al año. Y para el tercero, hasta el 98,5%, la cifra sube en 12 millones más. En total, “el precio que podría exigir a los radiodifusores por coberturas cercanas al 98,5% se acercaría a los 31 millones de euros por múltiplex y añoâ€.
Claro que las cadenas no pagarán íntegramente ese coste, según la hipótesis de Astra. “Los fondos públicos dedicados a apoyar la extensión de la red terrestre –y que el operador no tiene por quíé repercutir en su totalidad a los radiodifusores-, pueden hacer bajar los precios del servicio finalâ€, subraya el análisis. Por tanto, las cadenas se beneficiarían indirectamente de la inversión pública, “que además está creando barreras de entrada a posibles competidores que previsiblemente fragmentarían su audiencia si se se utilizara otra tecnologíaâ€.
Astra, como parte interesada, tambiíén saca la calculadora para referir las bondades del satíélite. De este modo, estima que mediante tecnología terrestre, el precio de hacer llegar cada canal hasta el 98,5% de la población sería de 7,8 millones de euros al año, mientras que con el satíélite la difusión se situaría entre 0,2 y 0,4 millones al año en función de la compresión de la señal. “En Francia se ha optado directamente por la opción satelital al ser íésta más eficiente. De esta forma, el Estado ha ahorrado estos costes, que en el caso español superan los 300 millones de eurosâ€, zanja el documento. La propuesta llega tarde. El próximo viernes se producirá el apagón definitivo de todas las emisiones analógicas en España.