Míérida.- Caja Extremadura, Cajastur y Caja Murcia se han puesto manos a la obra para lograr en breve su fusión. De momento, el trío de entidades ha creado un grupo de trabajo que comenzará a trabajar la próxima semana, tras las vacaciones de Semana Santa, y en el que no se descarta que se unan, en una segunda fase, "entre cuatro y siete entidades más", según ha confirmado el presidente ejecutivo de Caja Extremadura, Víctor Bravo.
En cualquier caso, íéste, en una comparecencia ante los medios, no ha querido desvelar el nombre de las entidades con la que ya está en conversaciones la caja extremeña (la asturiana y la murciana), apelando a un acuerdo de confidencialidad entre las partes. "Ni confirmo ni desmiento", advirtió en Cáceres el directivo. Tambiíén se podría unir a ellas a corto plazo Caixa Penedíés.
Anoche, el Consejo de Administración de Caja Extremadura había dado luz verde a la fusión, a travíés del Sistema Institucional de Protección (SIP), con las otras dos cajas tras el fracaso de las negociaciones de los últimos meses en el que se intentó una unión con Caja Badajoz, la otra entidad extremeña.
En cambio, ahora, según aclaró Miguel íngel Barra, director general, la futura unión no propiciará un banco "sino una entidad financiera propiedad de las cajas que la integren, respetando el protagonismo y la identidad de cada entidad, es decir, la marca, y con el menor coste social posible", en referencia al número de empleos que quedarían tras la fusión: "Los trabajadores saldrán beneficiados", llegó a decir.
De hecho, los directivos extremeños tienen previsto reunirse con los representantes sindicales para exponerles su hoja de ruta de trabajo para el acuerdo con las otras dos entidades financieras.
De hecho, ya se ha denominado al previsible futuro acuerdo como "fusión virtual o fría" con el objetivo de que tengan el menor impacto posible en la plantilla de trabajadores de las tres entidades. Los principios fundamentales del grupo de trabajo que comenzará las conversaciones "tripartitas" tienen como principios irrenunciables el respeto a la naturaleza jurídica de las cajas de ahorro, la viabilidad tíécnica y financiera y el menor coste social posible.
El acuerdo prevíé la integración de entre 2.500 y 3.000 oficinas en toda España, activos superiores a los 125.000 millones de euros, entre 6.000 y 8.000 millones de euros de fondos propios y unos beneficios que podrían alcanzar los 600 millones.
"Nos integramos en este grupo por proyección de futuro, pero Caja Extremadura no tiene prisa en fusionarse", ha declarado su presidente ejecutivo, y teniendo en cuenta que se realizará, si se culmina, "para reforzar a los clientes y a los trabajadores de la entidad", subrayó. Desde el punto de vista económico, señaló que la intención es colocarse "entre las diez primeras entidades financieras del país".
Al conocerse estos movimientos, la Junta de Extremadura señaló su "respeto absoluto" a las decisiones de los órganos ejecutivos de las cajas de ahorro "a sabiendas de que cualquier decisión que tomen va a ser lo mejor para las propias cajas y para los extremeños en general".