El regulador admite el acceso a Internet, pero con velocidades inferiores a 256 kbps
Las administraciones públicas podrán ofrecer WiFi urbano gratuito, y sin limite de tiempo, siempre que se cumplan dos grandes condiciones: que la cobertura de la red inalámbrica no alcance el interior de las viviendas y que la velocidad de la conexión no supere los 256 kilobytes por segundo (kbps).
Estas conclusiones se desprenden de un anteproyecto de circular, elaborado por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), en el que se establecen las nuevas propuestas del regulador para la explotación de los servicios públicos de acceso a Internet por parte de las Administraciones Públicas.
Estas primeras condiciones todavía deben superar un proceso de consulta pública, pero todo apunta a que la decisión definitiva será muy parecida a la recomendada por la CMT.
No desde casa
A grandes rasgos, la CMT se muestra a favor del desarrollo del WiFi gratuito en la calle, pero cuidando de que los usuarios no puedan disfrutar de estos accesos desde sus domicilios y, al mismo tiempo, que la velocidad no sea competitiva con la ofertada por los operadores de telecos comerciales.
El tránsito descendente de 256 kbps, cinco veces menor que el futuro servicio universal (1 mega por segundo) puede resultar excesivamente lento en cuanto los usuarios tengan que compartir la conexión, circunstancia que será lo más habitual al tratarse de un servicio público y gratuito. Las bibliotecas y los centros educativos culturales podrán acceder a las WiFi públicas gratuitas, con independencia de la velocidad a que se prestaran los servicios, ya que esas actividades "no detraerían la demanda ni de conexiones fijas ni de móviles, siempre y cuando íéstas exigieran vinculación fehaciente con el servicio, por ejemplo, disponer de carníé de bibliotecas", explica el regulador.
La existencia de WiFi gratuito permitirá a los usuarios acceder a la Red a travíés de portátiles, telíéfonos móviles, tablets o consolas de videojuegos.
Entre las prestaciones disponibles tienen especial interíés todas aquellas relacionadas con la telefonía móvil de VoIP a travíés de empresas especializadas en esos servicios, como Skype o Truphone, cuyos precios minoristas son "significativamente menores a los prestados porTelefónica, especialmente por la necesidad de pagar el acceso respecto del servicio telefónica", apunta la CMT.
Amenaza para las 'telecos'
Para justificar que no existe riesgo de sustituibilidad de negocios, con el consecuente menoscabo para los operadores, el regulador recuerda que para disfrutar de las prestaciones de la VoIP en el ámbito domíéstico se necesita una conexión a Internet, "servicio que suele contratarse conjuntamente con el de llamadas nacionales por un precio incremental reducido".
Tambiíén indican que "la penetración de los móviles con WiFi todavía es reducida" y añaden que "la no existencia de una red inalámbrica en todo el país, los consumidores no tendrían el servicio disponible en todo momento y lugar, a diferencia de la red móvil".