Por... Hernán González Rodríguez
El tema no es de poca monta, numerosos países con los Estados Unidos a la cabeza, acusan a China de "manipular" su moneda para exportar sus productos a precios tan bajos que no existe competencia leal posible para ellos. La presión llegó a niveles tan elevados que durante la última semana de marzo comenzaron a cambiar las cosas. La devaluación actual del yuan se estima entre un 30 y un 40 por ciento.
Sucede que dos de tres personas acabadas de nombrar para integrar el comitíé de políticas monetarias del Banco de China declararon lo siguiente: Li Daokui dijo que China debería ajustar su tasa de cambio por "iniciativa propia" antes de septiembre próximo, con el fin de evitar que el debate sobre las monedas se involucrara con las elecciones estadounidenses para Congreso de finales de 2010.
El otro nominado, Xia Bin, afirmó que China debería retornar a su política de permitir que el yuan se revaluara o apreciara gradualmente, tal como se hizo entre 2005 y 2008. En reunión de Obama con el nuevo embajador de China ante la Casa Blanca calificó estas declaraciones como positivas para las relaciones entre los dos países.
Aun cuando la economía estadounidense se está recuperando de la recesión, el desempleo cercano al 10% mantiene al Partido Demócrata muy inclinado a usar medidas proteccionistas contra las competencias desleales como la del yuan chino. Los analistas políticos estiman que, habiendo pasado Obama el obstáculo de la reforma de la salud, su próximo objetivo será buscar una mayor paridad entre el dólar y el yuan. Porque la realidad parece ser que las sanciones contra Irán se le aguaron y en Afganistán apenas están comenzando a aplicar las nuevas estrategias. Conclusión: La moneda china y sus relaciones con el desempleo -no el programa nuclear de Irán- jugarán un papel clave previo a sus próximas elecciones.
"Pocos países aceptan hoy la idea de que un país de las dimensiones de China, con una economía que produce 5 millones de millones de dólares por año, una China que acaba de superar a Alemania como el mayor exportador mundial y que pronto sobrepasará a Japón como segunda potencia económica mundial, pueda eludir en forma impune las reglas internacionales del comercio".
Se ha sabido que China acaba de informarle a los Estados Unidos que son innecesarias las reacciones sobreexitadas o sobreagresivas del tipo Hugo Chávez. Que su yuan sí se va a fortalecer. Las dos preguntas claves son cuánto y cuándo. Porque la última vez que Beijin permitió tal fortalecimiento o revaluación fue en 2005, cuando le permitieron encarecerse un 20 por ciento en tres años. Por esa íépoca la economía mundial marchaba con vientos a favor. Ahora las cosas no son similares, son urgentes, porque nos encontramos saliendo de una recesión mundial con desempleos casi sin precedentes.