Los niños índigo
Nuevos Seres de Luz están poblando la Tierra con un alto potencial intelectual y una nueva conciencia interna. Estos niños vienen con la misión de romper los antiguos esquemas sociales que atan a la humanidad para lograr mediante la transformación de la humanidad abolir la infelicidad en la Tierra.
Desgraciadamente, este tema aunque no es nuevo, permanece todavía oculto ante los ojos de la generalidad de la gente. Nosotros creemos que es necesario conocer la esencia de estos niños, para estar a la altura de las circunstancias y no obstaculizar su proceso de evolución y el cumplimiento de su misión. Como padres, guías y maestros, podemos colaborar en esta bellísima labor.
Al tratar con niños de una nueva conciencia, los adultos nos veremos obligados a cambiar los antiguos patrones educacionales para darles a nuestros niños la libertad de expresión y de acción que mueve su alma, su esencia y su corazón.
Nuevos Niños, Nuevos Hombres
Una nueva raza humana, más sensible y democrática, menos autoritaria y manipuladora, ya comienza a poblar el Planeta. Se trata de seres especiales aunque tan terrenales como sus padres. Solo que, a diferencia de estos, traen consigo la tarea de propulsar cambios en la humanidad.
Bautizados como Niños Indigo, estos muchachos tienen la capacidad de ver mas allá de los espectros de la Luz, escuchar todo tipo de sonidos, incluso su propio fluido sanguíneo, y denotan una destacada hipersensibilidad táctil. "Los Niños índigo, como su nombre lo sugiere, no son Niños azules, sino que se les denomina así porque su aura, o campo energíético, tiende a reflejarse dentro de los colores añiles, azules, manifestando la utilización de centros energíéticos superiores", asegura Maria Dolores Paoli, especialista en Psicoespiritualidad.
Es por esto que se les adjudican grandes dosis de intuición, que se demuestra en el desarrollo de la telepatía, cualidades para predecir el futuro, y hasta reconocer la presencia de seres etíéreos como hadas y duendes a su alrededor. Además, algunos menores llegan al mundo con el don de la sanación.
Pero, por quíé vienen al planeta Tierra?
La Psicoespiritualidad es un concepto relativamente nuevo, que se refiere a la psicología transpersonal, donde se unen el conocimiento del Ego con el conocimiento del alma. Y según Paoli, la llegada de estos "nuevos hombres" no es casualidad, sino que tienen una tarea muy específica por delante. "Porque son puentes entre la tercera y cuarta dimensión, y el verdadero cambio lo activan en la familia, en el hogar", señala.
A juicio de la especialista, estos niños llegan al planeta con la misión de aumentar la rata vibratoria, y poseen mejores condiciones biológicas para manejar las impurezas creadas por el hombre, incluso un potencial de cambio en su ADN.
Para la especialista, los Niños Indigo (termino reconocido a nivel internacional) nacen en cualquier clase socioeconómica y se caracterizan, básicamente, por poseer un nuevo estado de conciencia.
Sin embargo, destaca Paoli, ciertos rasgos físicos distinguen a los niños azulados del nuevo mundo: "Son más delgados, tienen ojos grandes, ligeramente abultado el lóbulo frontal. Comen poco, e incluso, algunos son vegetarianos por no soportar la carne", añade.
Y es que, según estima Paoli, en 1999 esta nueva raza ya abarcaba el 80% de la población infantil mundial, por lo general en querubines menores de diez años de edad.
De acuerdo a Paoli, la crianza y los valores que se transmitan a los niños de la actualidad, requiere de parte de padres y especialistas una revisión. Y para ello hay que tomar en cuenta, ante todo, que las criaturas de la Nueva Era no aceptan la imposición ni la autoridad, rechazan la manipulación, la inautenticidad y la deshonestidad. Tampoco aceptan los viejos trucos de la disciplina basados en crear temor y culpa.
"A estos pequeños seres les gusta ser tratados y honrados como individuos" apunta Paoli en su Material de Apoyo para la Educación de los Niños del Futuro. Por ello la especialista considera que la crianza emocional debe basarse en la visibilidad y transparencia.
"A los los niños índigo no se les debe avergonzar ni culparlos, mentirles ni gritarles. Por el contrario, hay que preservarles la autoestima. Se les debe brindar la posibilidad de elegir y, al mismo tiempo, evitar la comparación. Deben recibir disciplina sin emoción", agrega la psicóloga.
Otras características importantes para la crianza emocional de los infantes es estimular su excelencia, mas no la competencia entre individuos. Y, además, involucrar el buen humor. Según Paoli, existen palabras claves durante el proceso de enseñanza de los pequeñines, de acuerdo a su edad biológica, basados en las Siete Leyes Espirituales para los Padres. Por ejemplo:
Hasta el primer año de vida: los vocablos esenciales son amor, afecto y atención. "A los bebes hay que tocarlos, abrazarlos, proveerles mucha seguridad y, además, jugar con ellos", explica.
Entre el primer y segundo año: Hay que resaltar los tíérminos libertad, respeto y estimulo.
Entre los 2 y 5 años: Merecimiento, explorar y aprobar, son las palabras claves, íépoca de transición entre el Yo Soy y el Yo puedo. "Si le reprimimos el sentirse poderoso no se lograra que sea un adulto capaz de enfrentar cualquier reto", enfatiza la especialista.
Entre los 5 y 8 años: el niño ya asimila conceptos más abstractos. Por ello hay que manejar los tíérminos dar, compartir, aceptación, verdad y no juzgar. "A ellos les encanta compartir cuando sienten amor. Si se les enseña que para dar tienen que perder algo, entonces no aprenden el verdadero significado de dar. En cuanto a la verdad, deben aprender que va acompañada de un sentimiento agradable y no como antesala a un problema, en caso de ocultarla".
Entre los 8 y 12 años: El niño ahora convertido adolescente, requiere que los padres manejen tíérminos como la experiencia, la responsabilidad y el estar alerta. "Los que aprendieron las lecciones de la crianza espiritual, entonces reflejarán la confianza de sus padres. De lo contrario, se encontrara confuso, cederá a las presiones amistosas y buscará experiencias indiscriminadas".
De acuerdo a Paoli, los colegios y demás centros educativos, deben estar atentos para reconocer la presencia de niños índigos dentro de los salones escolares. A su juicio, estos particulares alumnos no funcionan con los míétodos de enseñanza tradicionales. Por el contrario, "aprenden de forma reflexiva y participativa, mas no mediante la memorización. Por ello no extraña que a muchos de estos pequeñines se les califique como niños problemas, ya que se dispersan con gran facilidad