Goldman Sachs no es el nuevo caso Enron
El bombazo de la demanda de la SEC contra Goldman Sachs presentada el viernes dominó ayer por completo a los medios norteamericanos, que hablan incluso del mayor fraude de la historia. Se dice que Goldman puede ser la punta del iceberg de una nueva era de escándalos corporativos en la línea de Enron, WorldCom y Tyco en 2001 y 2002. Estos escándalos de fraude contable prolongaron la tendencia bajista posterior a la burbuja tecnológica.
Pero tambiíén existe la posibilidad de que los inversores olviden rápidamente esta demanda y la atribuyan a las acciones individuales de un empleado ávido de dinero. O que incluso la descarten cínicamente como un caso de business as usual en Wall Street. El comportamiento del mercado ayer, en que Goldman Sachs sólo cayó un 1% tras el 13% del viernes y en que el Dow Jones acabó subiendo, parece ir en esa dirección.
Hay razones para pensar así. La primera es que los grandes perdedores del supuesto fraude de Goldman parecen otros grandes bancos e inversores institucionales, no minoristas ni los consumidores. La mayoría de los inversores individuales no se meten en valores tan exóticos como los CDO. En segundo lugar, tampoco hay nada que sugiera que haya empresas en riesgo de quiebra por las píérdidas de 1.000 millones de dólares que se supone que se han perdido en el producto de Goldman.
"La gente puede verlo al revíés: el pequeño inversor puede animarse por el hecho de que la firmas de Wall Street esta vez hayan abusado del gran inversor", según Richard Ross, analista de Auerbach Grayson. "Este no es un caso de inversores individuales quemados por los analistas que dan precios disparatados para valores de Internet, ni de trabajadores perdiendo el dinero ahorrado para su jubilación", añade.
Ahora bien, aunque el mercado no se vea afectado por Goldman durante mucho tiempo, el sector financiero es otra historia. Se espera que el sector siga bajo sospecha durante bastante tiempo, con un aumento de los riesgos de litigios y del enorme coste asociado a los mismos. Aunque tambiíén puede ocurrir que los rivales de Goldman salgan beneficiados si la SEC no demanda a ninguno de ellos por acusaciones similares.
Pero la mayoría de los analistas creen que es difícil de imaginar que Goldman sea el único implicado en este fraude. Así que la gran pregunta es quiíén será el siguiente.