Cuba es actualmente un país poco atractivo para la inversión extranjera, dijo hoy en Puerto Rico el jefe de Asuntos Políticos y Económicos de la Sección de Intereses de EE.UU. en la Habana, Joaquín Monserrate.
Monserrate, máximo representante de EE.UU. en La Habana a falta de relaciones formales entre ambos países, dijo que Cuba "tiene un clima de inversiones poco atractivo", en un discurso durante la primera actividad oficial del Instituto Puertorriqueño para la Asistencia Mutua con Cuba Democrática, que tuvo lugar en San Juan.
"Un inversor extranjero que se establezca en Cuba tiene, en primer lugar, que hacerse socio del Estado y además no tendrá control sobre la fuerza laboral que contrate", indicó Monserrate, nacido en Puerto Rico.
Monserrate subrayó que si una empresa extranjera tiene algún conflicto con sus empleados deberá dirimir sus diferencias con íéstos en un juzgado controlado por el Estado cubano y a travíés de abogados estatales, lo que, en sus palabras, se traduce en que nadie entre en conflicto con empresas gubernamentales de la isla.
El funcionario estadounidense destacó que el conjunto de la economía cubana presenta un triste panorama, como queda demostrado con la caída de un 40% de las exportaciones durante 2009, mientras que las importaciones se redujeron en un 30%.
Monserrate recordó que el díéficit comercial de Cuba alcanza los 6.000 millones de dólares, tendencia que seguirá en aumento en los próximos años en especial con países como China o Irán.
Sostuvo que esos cálculos no incluyen la deuda histórica que la isla mantiene con los antiguos países del bloque del Este de Europa desde finales de los años ochenta.
En cuanto a la posibilidad de un cambio por parte del ríégimen de La Habana, destacó que ve más factible a corto plazo una apertura económica a los mercados que la llegada de la democracia a la isla caribeña.
Monserrate aclaró que, sin embargo, tampoco es seguro que ese cambio se lleve a cabo a corto plazo, dado el temor de La Habana a que una ligera apertura, aunque sea en el ámbito económico, "se les vaya de las manos".
Por ello, predijo pequeños cambios que a su juicio pueden no ser suficientes para detener el continuo deterioro de la economía local.
Monserrate resaltó además que Cuba dispone de una fuerza laboral pequeña y una población en general extremadamente pobre.
El diplomático advirtió a los empresarios puertorriqueños de que si se abriera el mercado cubano, se encontrarían a la hora de hacer negocios con parte de los actuales burócratas de La Habana.
El funcionario aconsejó a los empresarios puertorriqueños estudiar otros mercados como la República Dominicana o Centroamíérica.
El Instituto Puertorriqueño para la Asistencia Mutua con Cuba Democrática es un organismo creado para asesorar al Gobierno boricua en la puesta en marcha de un plan estratíégico que ayude a la economía de Puerto Rico a afrontar los retos de la apertura de Cuba. EFE