Mantenga la calma. Su patrimonio se lo agradecerá
por Jose Antonio Fernández Hódar
El cuatro de diciembre de 1987, un entrañable compañero que firmaba con el seudónimo de Josíé de la Vega, publicó en Expansión un texto cuyo titular era "Felipe Gonzalez ya no cotiza en bolsa". Hacía referencia a unas declaraciones, ante las cámaras de TV, del presidente González realizadas mes y medio antes, en las que aconsejó invertir en bolsa en pleno crack del 87. Hoy, decía Josíé de la Vega, "quien siguió la recomendación del Presidente, pierde el 50% de lo invertido, sea cual fuere el valor que se quisiera escoger".
Hay que pedir a al Sr. Rodriguez Zapatero que se olvide de la bolsa. No existe. Ya nos ha contado que el paro no cae más, que la economía española entraría en la senda del crecimiento en el primer trimestre, que la culpa la tiene los malos, De acuerdo. Aceptamos pulpo como animal de compañía, pero por favor, que no se le ocurra mencionar la bolsa, no sea que la historia se repita.
El palo de hoy martes 27 ha sido serio. Pero nadie se ha ido de rositas. París ha caído un 3,82% y Fráncfort un 2,73%. La bolsa española se ha llevado la palma. Nada menos que un 4,19% y eso gracias a que ha sonado la campana, porque el Ibex ha cerrado en el mínimo del día. Y no porque la situación de las dos principales economías europeas corra peligro, sino porque no pueden ser ajenos a lo que ocurra en Grecia, Portugal y España y todos, en mayor o menor medida, saldrán con salpicaduras y se agitarán los pilares de la UE, una obra muy reciente y con el cemento aún fresco.
¿Hay que vender las acciones a cualquier precio?
Por supuesto que no, aunque pasemos una temporada más o menos larga con números rojos. Hay que hacer lo que venimos aconsejando día tres día en el consultorio de Premium: reducir la exposición y no tener en bolsa más del 50% del capital, siendo aconsejable que el porcentaje de renta variable estíé entre el 30% y el 40%. Con la masa líquida restante, y sin prisa, se podrá comprar a precios que, más pronto que tarde, entrarán en beneficios.
Ahora, un consejo. Olvídese de soportes, de velas y de adivinos. Mantenga la calma. Su patrimonio se lo agradecerá.