BBVA quiere dar un golpe de efecto en su expansión. La entidad presidida por Francisco González se ha tomado muy en serio la subasta para hacerse con una participación del 20,8% de Garanti, el brazo financiero de General Electric en Turquía. La operación, para la que BBVA ha contratado los servicios de una de las cuatro mayores consultoras del mundo, está valorada en unos 3.200 millones de dólares, unos 2.400 millones de euros.
La firma de consultoría ya está haciendo el análisis interno de las cuentas de Garanti, proceso que se conoce como due dilligence en el argot financiero para que BBVA presente la oferta definitiva. Otras fuentes añaden que los responsables del banco español, los de la entidad turca y la firma de consultoría han estado en los últimos días en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para presentar los detalles de la transacción corporativa al organismo supervisor. Las ofertas no vinculantes se presentaron a finales del pasado mes.
BBVA, que hoy presenta los resultados del primer trimestre del año, ha declinado hacer ningún comentario. El banco ha preferido estar en silencio desde que a principios de marzo se filtrase la intención de General Electric de vender su filial turca y de que salieran varios nombres de entidades españolas interesadas en su adquisición. Medios locales citaron a BBVA, Banco Santander y Banco Sabadell. Los dos últimos negaron oficialmente su interíés por Garanti, mientras que BBVA optó por no hacer valoraciones.
Sin embargo, fuentes próximas a la segunda entidad financiera española explican que Turquía es uno de los mercados más interesantes debido a su elevado crecimiento, tanto en cuanto a cifras macroeconómicas como en desarrollo del sistema bancario. Las cifras así lo demuestran. El Producto Interior Bruto (PIB) del país mediterráneo creció un 6% en el último trimestre de 2009 y para este ejercicio se estima una mejora de la economía del 3,5%, por encima de la media de sus países vecinos, según un informe de Barclays Capital.
“La venta de la participación de General Electric podría cerrarse en las tres próximas semanasâ€, dijo el 26 de marzo el consejero delegado de Garanti, Erguí Ozen, que calificó de “muy alto†el interíés mostrado por los potenciales competidores. Entre ellos se ha citado a varios fondos soberanos de países árabes como Kuwait y alguna aseguradora. En su día tambiíén pidió información sobre el proceso Intesa San Paolo, así como La Caixa, que finalmente desestimó estudiar la adquisición.
Garanti ha tenido un gran comportamiento en bolsa en lo que va de año. Ha subido un 11% en 2010 y acumula una revalorización del 137% en los últimos doce años. Es una de las entidades locales preferidas por los bancos de inversión internacionales. Bank of America Merrill Lynch, JP Morgan, Nomura y Chevreux aconsejan comprar el valor. Lo mismo opina Morgan Stanley, que además lo tiene como uno de sus bancos preferidos en lo que se denomina zona EMEA (Europa, Oriente Medio y ífrica).
Garanti contaba al cierre del pasado ejercicio con activos totales por valor de 116.000 millones de liras turcas (55.265 millones de euros), lo que significa un crecimiento del 17% en relación al año 2008, y se ha marcado como objetivo mantener el ritmo de captación de clientes en un millón al año.
La otra puja
Donde si se van a ver las caras BBVA y Santander es la puja final por las 318 oficinas que ha puesto a la venta Royal Bank of Scotland (RBS). El banco con sede en Bilbao quiere echar el resto por hacerse un hueco en la City londinense, pero sabe que parte con desventaja debido a la posición que ya tiene la entidad presidida por Emilio Botín. Santander ya compró dos activos –Alliance & Leicester y Bradford & Bingley- en problemas, dos operaciones que se interpretaron en su día como un favor al Banco de Inglaterra para evitar que otros das entidades inglesas tuvieran un destino similar al del propio RBS, Lloyds o Northern Rock.
“Si Santander quiere llevarse esta red de sucursales, es el candidato número unoâ€, explican desde un banco internacional. “BBVA tiene más interíés en aprovechar las oportunidades de crecimiento en Estados Unidos, como hizo el año pasado con el Guaranty. Lo de Turquía se puede interpretar como una inversión para aprender en mercados de crecimiento, como es la de Chinaâ€, sentencian.