El sobrecoste provocado por la rebaja de la calificación de la deuda española por parte de Standard & Poor's anulará totalmente los ingresos esperados por el Gobierno a travíés de la subida del IVA. El Tesoro deberá pagar 2.500 millones de euros más de lo esperado, que harán inútiles los 1.900 millones derivados del aumento impositivo.
Las consecuencias de la decisión de S&P no se han hecho esperar. A corto plazo, ya pudimos observarlas, con el desplome del Ibex y el máximo histórico de la prima de riesgo española. Sin embargo, las peores consecuencias llegarán en el futuro, con gastos extraordinarios como este sobrecoste de 2.500 millones.
Las empresas tambiíén sufren la recalificación
Las entidades privadas tambiíén han notado los efectos de esta recalificación de la deuda. Según informa este domingo el diario El Mundo en su suplemento Mercados, hasta ocho compañías del Ibex tienen que afrontar vencimientos de su deuda, por un importe que totaliza más de 22.000 millones de euros, y algunas, como el Banco Santander, ya admiten que van a tener que pagar un coste adicional, que se situará en torno a los 20 puntos básicos, en comparación con lo que deberían asumir en otro país con menos riesgo.
Algunos analistas ya han hecho sus pronósticos, afirmando que el recorte de la calificación de la deuda elevará el diferencial entre España y Alemania muy cercano a los 100 puntos, cuando el año pasado se encontraba únicamente en 68, de media.
Esta situación se produce en un momento en el que la liquidez en la deuda pública es bastante limitada. Las perspectivas de futuro son poco halagí¼eñas, lo que hace todavía más preocupante el encarecimiento del coste de financiación.