Por... SANDRO POZZI
El intento para salvar Newsweek, cambiando radicalmente su diseño, fracasó. La revista estadounidense, que en la segunda mitad de 2009 bajó su difusión hasta los 62,000 ejemplares, no atrae lectores en un mundo dominado por Internet. Y las perspectivas no son buenas. Al contrario, porque durante 2010 sus cuentas seguirán en números rojos. Así que su propietario desde hace casi medio siglo, el editor de The Washington Post, considera su venta al mejor postor.
“Estamos explorando todas las opciones para resolver el problemaâ€, anunciaba ayer en una escueta nota de prensa Donald Graham, presidente del grupo de medios, en la que admitía que los esfuerzos hechos hasta ahora para superar tres años en píérdidas no fueron suficientes. Por eso se pregunta si en la situación actual, la revista “no encajará mejor en otro sitioâ€.
Newsweek nació en 1933, con las ríéplicas de la Gran Depresión tambaleando la economía. Ocho díécadas despuíés, en medio de la mayor crisis financiera desde entonces, la revista atraviesa por serios apuros. Su circulación cayó un 41% a final de 2009, según los datos revelados en febrero pasado, y la estabilización en los ingresos que se ven en los diarios impresos no cuaja en ese segmento.
Así que sus dueños optan por dejar el futuro de Newsweek en manos de la firma neoyorquina Allen & Company, la encargada de dirigir la eventual venta. Es el camino que siguió BusinessWeek, cuya cabecera fue vendida en otoño pasado por McGraw-Hill al grupo de medios Bloomberg LP, por cinco millones de dólares (3.8 millones de euros) a cambio de hacerse cargo de su deuda. The Washington Post ya anunció en diciembre pasado la venta de su revista de viajes Budget Travel a la firma de inversión neoyorquina Flectche Asset Management. El negocio de medios periódicos impresos registró unas píérdidas operativas de 29.3 millones de dólares (22.7 millones de euros), casi el doble que en 2008. Píérdidas que seguirán en 2010, porque la competencia de la información constante en la Red es voraz.