El Senado de EE.UU. aprobó hoy una enmienda que prohíbe el uso de fondos de los contribuyentes para más rescates de instituciones bancarias, en el marco de un políémico proyecto de ley para la reforma financiera.
La enmienda, propuesta por la senadora demócrata Barbara Boxer, refleja el amplio apoyo bipartidista en el Congreso para evitar rescates millonarios del sector financiero como el que el Gobierno aprobó para grandes corporaciones como la aseguradora AIG, en plena crisis en 2008.
La enmienda de Boxer, demócrata por California, es una de cerca de 60 que han sido presentadas en el pleno del Senado, en medio de continuas disputas partidistas sobre el alcance y contenido de la reforma financiera.
Los senadores prevíén someter a votación a lo largo de la jornada de hoy otra enmienda que establece un proceso para la "liquidación ordenada" de instituciones financieras que afrontan problemas y que podrían suponer un peligro para el resto de la economía.
Los senadores de ambos partidos continúan intentando acercar posiciones respecto a otros puntos de discordia, como la creación de una agencia de protección para los consumidores que operaría dentro de la Reserva Federal y que cuenta con el apoyo de la Casa Blanca.
En general, los republicanos se quejan de que esa propuesta supone otra "injerencia" del Gobierno y quieren limitar la autoridad de esa agencia.
Pero en un comunicado, el presidente Barack Obama instó hoy a los legisladores a rechazar una propuesta republicana que, a su juicio, debilitaría la protección al consumidor en el terreno financiero y sería "peor que el statu quo".
"No permitiríé que enmiendas como íésta, escritas por los representantes de Wall Street, se presenten con la apariencia de ser una reforma", dijo el presidente.
Ambos partidos tambiíén mantienen diferencias sobre las formas de regular el mercado de derivados que, según los demócratas, contribuyeron a la crisis financiera.
La senadora demócrata Blanche Lincoln, presidenta del Comitíé de Agricultura, ha propuesto obligar a los bancos a separarse de sus operaciones con derivados, que llevarían a cabo filiales.
Según su propuesta, los mercados de derivados serían sujetos a requisitos de transparencia y obligados a mantener reservas de capital, como la banca tradicional.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, ha dicho que quiere completar el debate y votación de las enmiendas a más tardar la próxima semana.
Según observadores, no está claro que Reid logre esa meta, tomando en cuenta la lentitud del debate en el pleno del Senado y la acritud en torno a varios de los componentes de la reforma. EFE