La deuda pública de España mete presión en bolsa
Publicado en Expansión por C.Rosique/D. Badía
La bolsa española ha vivido su peor semana desde octubre de 2008, tras la quiebra de Lehman, con una caída del 11%. En febrero tambiíén sufrió una bajada del 7,7% sacudida por la desconfianza de que Grecia no pudiera pagar su abultada deuda pública y que el incendio se extendiera a los países más díébiles de la zona euro.
La pesadilla ha vuelto, esta vez envuelta en la rebaja de ráting a España por parte de Standard & Poor’s (de AA+, la segunda mejor nota, a AA) y los rumores de que será la próxima ficha del dominó europeo en caer. La puesta en revisión para un posible recorte de la calificación de Portugal por parte de otra agencia, Moody’s, aceleró el nerviosismo. El barco de la UE hace aguas.
Esta semana se esperaba que los mercados celebraran el plan de rescate a Grecia aprobado el domingo pasado –un paquete de príéstamos de hasta 110.000 millones para 2010-2012, al que el Fondo Monetario Internacional (FMI) contribuirá con 30.000 millones–. Sin embargo, las especulaciones de que esto no sea suficiente y los rumores, desmentidos, sobre que España iba a necesitar ayuda, han sembrado la desconfianza.
El riesgo país, que se mide por el diferencial frente al bono a 10 años alemán, considerado el más seguro, se ha disparado hasta los 164,2 puntos, máximo desde 1997. Cubrirse de riesgo de impago de España, a travíés de CDS (Credit Default Swap), se ha llegado a encarecer hasta los 274 puntos, aunque el viernes se relajó ligeramente.
Los inversores huyen mientras no haya seguridad de que se toman medidas concretas que ayuden a pintar un escenario donde el pago de la deuda no preocupe.
Los expertos aseguran que la situación de España dista mucho de la de Grecia, pero hay que tomar medidas ya. La deuda del Estado supera los 650.000 millones, el 62,3% del PIB, lo que está por debajo del 85% de la media europea. Pero lo que preocupa es la velocidad con la que crece la deuda pública. En 2007 representaba el 36% del PIB. Tambiíén inquieta el incremento del desempleo en España. Ya está en el 20,05% de la población activa (4,6 millones de desempleados), el doble de lo que tiene Grecia.
Una de las cosas que intranquilizan son los vencimientos de la deuda pública española a corto plazo. En mayo vencen más de 9.000 millones y superan los 8.000 en junio. El grueso se queda para julio, cuando España tiene que refinanciar casi 25.000 millones. Con el actual panorama, habrá que ver cómo se encarece el coste. Competirá con otros países considerados más seguros, como Alemania y Francia. Esta semana el Tesoro ha colocado 2.522 millones de euros, pero ha tenido que pagar el 3,58%, la mayor rentabilidad en una subasta a cinco años desde noviembre de 2008. El pasado marzo sólo pagó el 2,842%.
El díéficit público, más de 100.000 millones de euros, supone ya el 11,2% del PIB, lo que está muy lejos del 3% al que se aspira en Europa y del superávit del 2% que tenía en 2006. Para Josíé Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, lo más preocupante es el endeudamiento de las familias. Tienen una deuda del 117% sobre la renta disponible, una cifra muy alta. En un momento en que el endeudamiento está bajo la lupa las empresas españolas con elevadas necesidades de financiación afrontan tiempos complicados. El aumento del riesgo país tambiíén incrementa el coste de financiación de las empresas españolas cuando salen al mercado a emitir.
“Las compañías se ven obligadas a emitir a tipos más altos y a competir con la deuda pública, lo que exige una competencia más agresiva. Cuando mayor es la percepción de riesgo del mercado más tendrán que pagar las empresas a los inversoresâ€, explica Juan Josíé Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities.
Esto justifica que las empresas cotizadas hayan estado refinanciando sus deudas por precaución y que los bancos son los más interesados en dar facilidades a las grandes empresas. “A los bancos no les interesa tener un fallido. Están refinanciando, pero están exigiendo a las empresas medidas como la venta de activos o ampliaciones de capitalâ€, comenta el experto.
Otras medidas que se están adoptando son dejar de pagar intereses unos años, hasta que la situación mejore y retrasar la amortización del capital. “El problema llega cuando hay bancos extranjeros, que se niegan a dar más dinero y facilidades y provisionan todo. Pasó con la inmobiliaria Nozarâ€, explica un analista.
Aunque la situación es complicada para algunas empresas, lo cierto es que muchas de las grandes compañías españolas han salido al mercado cuando han tenido oportunidad para reducir su dependencia de la banca y organizar sus vencimientos más a largo plazo. Lo han hecho Gas Natural, Iberdrola, Telefónica, Repsol y Abengoa, entre otras. Las cotizadas españolas acumulan una deuda neta de 250.000 millones para 2010, según las previsiones del consenso facilitadas por Factset (no tiene en cuenta los bancos ni empresas que no son seguidas por los analistas). La cifra ha bajado respecto a los más de 268.000 millones previstos en febrero.
Los próximos vencimientos
Las empresas del Ibex afrontan vencimientos de deuda cercanos a los 50.000 millones de euros este año, de los que 41.500 millones pertenecen a los bancos. Los mayores importes son los casi 25.000 millones de Santander y los 9.800 millones de BBVA, según los datos de Bloomberg.
Entre los grandes tambiíén afrontan vencimientos Telefónica, por importe de 3.371 millones, Iberdrola, cerca de 1.600 millones. Estas diferencias entre los compromisos de las entidades financieras y los de las compañías se debe a que íéstas últimas se han financiado tradicionalmente a travíés del príéstamo bancario.
Sin embargo, tras el estallido de la crisis financiera en verano de 2007, la banca ha cerrado el grifo del críédito, lo que ha obligado a empresas como Enagás o Abengoa, a salir a los mercados de capitales por primera vez en su historia. Los vencimientos suelen ir acorde con el tamaño de cada firma. De ahí las ingentes cantidades de los dos grandes bancos españoles. Sin embargo, suelen ser la firmas que más facilidad tienen para acceder a los mercados de capitales y a los precios más atractivos, por lo que no se prevíé que vayan a vivir episodios de tensión de liquidez.
No obstante, no son indemnes al recelo de los inversores a todos los activos Made in Spain y a las consecuencias de que se estíé disparando el riesgo país de España. Las emisiones de deuda del Tesoro Público fijan un suelo de referencia para los bonos del sector privado, por lo que cuanto más tenga que pagar el Estado más tendrán que hacerlo los bancos y las empresas que quieran captar financiación. Repsol, Arcelor Mittal, Gas Natural y Mapfre, por este orden, cuentan con vencimientos de deuda por importe de 943 millones, 600 millones, 525 millones y 469 millones, respectivamente.
Valores más endeudados
El aumento del riesgo país de España incrementa tambiíén los costes de financiación de las empresas españolas, que si salen al mercado con emisiones de deuda se verán obligadas a pagar un interíés extra porque la percepción de riesgo es mayor.
Cada empresa tiene unas condiciones diferentes, pero el encarecimiento queda claro tal como se ha constatado esta semana con la emisión de deuda del Tesoro español. El tipo de interíés marginal al que lo colocó se situó en el 3,58%, 73,8 puntos básicos por encima de lo que pagó en marzo. Esto significa abonar 7,38 millones más por cada mil millones de euros colocados.
Esta semana la sacudida de las caídas bursátiles ha tocado a la mayoría de los valores de la bolsa española, pero con especial virulencia a aquellos que tienen ratios elevadas de endeudamiento, como las inmobiliarias y las constructoras, o necesitan grandes cantidades de financiación para sus negocios, como los bancos y las empresas de energías renovables. La peor situación la afrontan las inmobiliarias.
Uno de los valores más penalizados en bolsa esta semana ha sido Sacyr Vallehermoso, con un recorte del 23,3%, ya que está entre los que presentan más carga de deuda sobre su ebitda (beneficio bruto de explotación). Su deuda estimada supera los 11.700 millones para este año, pero su generación de ebitda es de 580 millones, lo que dispara la ratio a 20 veces. Sin los 5.000 millones de la compra del 20% de Repsol la ratio mejora y se sitúa en 10,7 veces. Tiene un vencimiento fuerte en 2011 y luego a partir de 2012. La compañía, acuciada por la deuda, no pagará dividendo y prepara el terreno para realizar ampliaciones de capital.
“A las inmobliarias la única solución que les dan es convertir deuda en capital, como pasó en Colonial y Metrovacesaâ€, explica un analista. La situación es llamativa en: Reyal Urbis, con 87 veces deuda ebitda; Metrovacesa, 44,8 veces; Colonial, 27 veces y Grupo San Josíé, con 23 veces.
El momento es difícil por la parálisis del negocio. Las renovables necesitan mucha inversión inicial y la financiación se ha complicado. Renovalia, que tenía previsto saltar al parquíé, ha aplazado la operación por la dificultad de encontrar inversores. Entre las empresas que afrontan vencimientos próximos destaca Acciona, con una deuda superior a 8.000 millones, 6 veces su ebitda.
Compró parte de los activos de energía de Endesa con un críédito de 1.500 millones que debe refinanciarse en 2011. En el mercado hay cierta inquietud, pero hay firmas, como Ahorro Corporación, que creen que no debería tener problemas para conseguirlo. Las constructuras están purgando los excesos que realizaron cuando se lanzaron a grandes compras.
Ahora hacen los deberes vendiendo activos. Se dice que ACS, que ya se desprendió de Fenosa, ahora planea vender parte de Abertis. Ferrovial tiene una ratio de 9,7 veces deuda/ebitda, aunque mucha de su deuda está asociada a proyectos concretos y a sus filiales. Tras vender Gatwick y emitir bonos la situación financiera de su filial BAA es mucho más clara. Ha mejorado su perfil de endeudamiento. Los ingresos recurrentes de las autopistas restan presión sobre el endeudamiento del sector, muy intensivo en capital.
Telefónica, Iberdrola, Ferrovial, Gas Natural y Repsol son las empresas de la bolsa española con una deuda total más abultada, entre 15.000 millones y 42.800 millones. El endeudamiento de Telefónica e Iberdrola, de 42.800 millones y 27.900 millones respectivamente, no inquieta porque generan suficiente caja para asegurar que pueden hacer frente al pago.
Los expertos valoran los esfuerzos que han hecho en el último año las cotizadas por diversificar su financiación y mejorar el perfil de vencimientos, alargando los plazos. Gas Natural, por ejemplo, ha reducido el elevado endeudamiento que asumió para comprar Fenosa con la venta de activos (el 5% de Indra, activos de transporte de gas) y conseguirá reducirla en otros 1.446 millones tras la titulización del díéficit de tarifa.